Audi A3 Sportback 2020: llega el híbrido enchufable más potente

El Audi A3 2020, que también se vende con carrocería Sedán, es la cuarta generación del compacto 'premium' alemán, y sustituye a una tercera que debutó en 2013 y recibió un restyling en 2017. Sus grandes rivales son el Mercedes-Benz Clase A y el BMW Serie 1. Su presentación debía darse en el Salón de Ginebra 2020, aunque finalmente se produjo de forma digital al cancelarse éste por el coronavirus. SoyMotor.com ha probado la versión de gasolina 1.5 TFSI de 150 caballos.

AUDI A3 2020: EXTERIOR

El Audi A3 2020 parte de la plataforma MQB, la misma que el Volkswagen Golf 8 y el Seat León 2020. Mide 4,34 metros de longitud por 1,82 metros de ancho sin contar los espejos. Su altura es de 1,43 metros y la batalla de 2,64 metros. El coche es tres centímetros más largo que su predecesor, aunque altura y batalla se mantienen inalterados.

La silueta exterior del A3 tiene pocas sorpresas y se limita a trasladar al compacto el lenguaje de diseño que ya hemos visto en los últimos modelos de la marca. Eso se traduce en una parrilla delantera que crece en tamaño, unas tomas de aire laterales más pronunciadas y un grupo óptico más afilado y grande, con luces Matrix Led. El capó ofrece un diseño más plano.

En los laterales, el nervio que nace detrás de las ruedas delanteras traza una curva que se extiende hasta desembocar en el grupo óptico trasero. La principal novedad de la zaga se concentra en la zona del paragolpes, protegido y cromado. También incluye dos pequeñas aperturas de refrigeración y un nuevo perfil en la boca de carga.

La gama de llantas que ofrece Audi para el A3 contempla modelos que van desde las 16 hasta las 19 pulgadas.

La versión híbrida enchufable más potente se distingue por la presencia de un paquete de estilo negro y por unas pinzas de freno en color rojo,

AUDI A3 2020: INTERIOR

El Audi A3 2020 cuenta con un interior mucho más tecnológico, en línea con la tendencia actual de la industria. El salpicadero está presidido por una pantalla táctil de 10,1 pulgadas, que permite controlar los parámetros del sistema de infoentretenimiento. El panel de instrumentos del conductor, accesible y controlable desde el volante multifunción, también es digital.

El Audi Virtual Cockpit permite acceder a parámetros dinámicos del coche y complementar la conducción con funciones de navegación. La versión plus tiene 12,3 pulgadas y ofrece tres modos distintos de visualización, cada cual más deportivo que el anterior. En opción, el conductor puede solicitar el sistema head-up display.

Entre las opciones de personalización interior, destaca un tapizado hecho de plástico reciclado que se convertirá en la opción predilecta de aquellas personas que quieren minimizar su impacto medioambiental. El 89% del textil presente en el A3 será de plástico reciclado. Cada asiento está hecho de 45 botellas de 1,5 litros, mientras que para hacer las alfombrillas se han reciclado otras 62 botellas de igual capacidad.

El híbrido enchufable más potente incorpora de serie unos asientos deportivos.

El maletero tiene capacidad para 380 litros, aunque puede expandirse hasta los 1.200 litros en caso de abatir los asientos traseros. En el momento de comprar el vehículo, el cliente puede solicitar en opción un sistema de apertura electrónico para la boca de carga. Se acciona con un sensor.

AUDI A3 2020: EQUIPAMIENTO

El sistema de infoentretenimiento cuenta con un ordenador de a bordo diez veces más potente que el anterior, con los servicios conectados de Audi, punto de conexión Wi-Fi y compatibilidad para sincronizar con el teléfono móvil vía myAudi App, Apple CarPlay y Android Auto.

Permite almacenar hasta seis perfiles individuales, de modo que cada conductor pueda hacerse suyo el Audi A3 sin comprometer la experiencia del resto. Entre los parámetros personalizables en cada perfil, destacan parámetros del aire acondicionado, destinos frecuentes o consumo audiovisual.

De serie se ofrece con la radio digital DAB+, pero en opción puede integrar la radio híbrida u online. El sistema de navegación tiene en cuenta el estado del tráfico en tiempo real y se vale de las imágenes satélite de Google Earth y réplicas 3D de las principales ciudades europeas para una mejor experiencia de usuario.

Los servicios de conectividad cuentan con los servicios car-to-X, que conecta el vehículo con su entorno para mejorar la experiencia de conducción. Por ejemplo: en Alemania, esta tecnología permite sincronizar el coche con los semáforos y proporciona consejos al conductor para enlazarlos en verde.

Además de carga inalámbrica para el teléfono móvil, la tecnología Audi connect key permite abrir el coche y encender el motor desde el mismo teléfono. Pronto estará disponible también con la tecnología de Amazon Alexa.

Los asistentes de conducción del Audi A3 2020 incluyen aviso de salida de carril, un asistente que influye en la dirección en caso de maniobras evasivas y un detector de obstáculos. Como opción, incluye asistentes de cambio de carril, sensores de salida y asistentes automáticos para el aparcamiento y navegar entre el tráfico. El asistente de control de crucero mantiene velocidad constante y la distancia con el vehículo de delante con intervenciones electromagnéticas en la dirección.

De serie, el equipamiento de las versiones de acceso a la gama incluye las llantas de aleación de 16 pulgadas, volante multifunción, instrumentación digital con pantalla de 10,25 pulgadas, climatizador bizona, radio digital, faros led, limitador de velocidad, Audi pre sense front con detección de peatones y ciclistas y aviso de salida de carril. Las versiones Advanced tienen un sobreprecio de 2.000 euros y añaden faros full led, llantas de 17 pulgadas, control de velocidad de crucero, Audi phone box, Audi smartphone interface, Audi parking system trasero y los detalles decorativos de la línea exterior Advanced y el paquete interior de aluminio.

Con los acabados S line y Black line, el Audi A3 incluye de serie la suspensión deportiva, que reduce la altura de la carrocería en 15 milímetros y cuenta con una puesta a punto más firme del tren de rodaje para ofrecer un dinamismo aún mayor. El acabado S line supone un sobreprecio de 1.350 euros sobre el Advanced, y añade un exterior mucho más deportivo, asientos deportivos, llantas de 18 pulgadas de Audi Sport, el sistema de conducción dinámica Audi drive select y el techo en color negro. Sobre los S line, el acabado Black line tiene un coste de 1.150 euros, y suma detalles que realzan el diseño y la exclusividad, como el paquete óptica negro, las lunas tintadas, las carcasas de los espejos retrovisores en color negro y llantas de 18 pulgadas de diseño específico también firmadas por Audi Sport.

AUDI A3 2020: MECÁNICA

El Audi A3 2020 está disponible, de momento, con seis motorizaciones. Dos de ellas son de gasolina, otra de gasolina 'mild-hybrid', dos Diesel y dos híbridos enchufables. Más adelante llegarán los deportivos S3 y RS 3.

El primero de los gasolina es un 1.0 TFSI de tres cilindros que se corresponde con la versión 30 TFSI. Desarrolla 110 caballos y 200 Newton metro, y es capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en 10,6 segundos. Su velocidad punta es de 207 kilómetros/hora.

Por encima está el 1.5 TFSI de cuatro cilindros con desconexión de cilindros. Corresponde con la versión 35 TFSI, entrega 150 caballos de potencia y un par máximo de 250 Newton metro. Acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 8,4 segundos y su velocidad máxima asciende a 224 kilómetros/hora. Tanto este motor como el anterior se asocian de serie a un cambio manual de seis marchas.

Este mismo motor es el que equipa un sistema 'mild-hybrid'. Con una nomenclatura que le identifica como 35 TFSI MHEV S tronic, calca las prestaciones de la versión no electrificada, aunque de serie se asocia a un cambio automático S tronic de siete marchas. Según Audi, con esta tecnología se logra un ahorro de 0,4 litros de carburante cada 100 kilómetros respecto al mismo motor asociado a un cambio manual sin electrificación de por medio. El sistema 'mild-hybrid', que más adelante llegará a otros motores, aporta 9 kilovatios de potencia y 50 Newton metro en momentos determinados. El sistema MHEV gestiona el estado de carga de la batería de 48 voltios de tal forma que almacena energía suficiente para que el coche pueda desplazarse por inercia con el motor apagado en muchas situaciones. Otra ventaja adicional de la tecnología MHEV es que permite que la fase de arranque y parada automáticos se pueda activar desde una velocidad de 22 kilómetros/hora sin necesidad de que el vehículo llegue a detenerse por completo.

En Diesel se ofrecen dos variantes del 2.0 TDI, que corresponden a las versiones 30 TDI y 35 TDI S tronic. La primera desarrolla 116 caballos, mientras que la segunda se eleva hasta 150. El más liviano marca un 0 a 100 kilómetros/hora en 10,1 segundos, mientras que el más potente lo hace en 8,4. La velocidad punta es de 206 y 224 kilómetros/hora, respectivamente. El primero ofrece cambio manual de seis marchas, mientras que el segundo cuenta con uno automático S tronic de siete. De momento todas las versiones del Audi A3 son de tracción delantera.

El 40 TFSIe es la primera de las dos variantes híbridas enchufables del modelo. Combina un motor de gasolina 1.4 TFSI de cuatro cilindros y 150 caballos de potencia con un motor eléctrico de 107 caballos. Cuando actúan de forma conjunta, el coche rinde 204 caballos de potencia con un par máximo de 350 Newton metro. La transmisión es automática S tronic de seis velocidades.

La batería del 40 TFSIe tiene una capacidad de 13,0 kilovatios hora, que se traduce en una autonomía eléctrica de hasta 65 kilómetros en siglo WLTP, casi 20 kilómetros más que su predecesor. La frenada regenerativa interviene en todas las desaceleraciones superiores a 0,3 G. En modo eléctrico su velocidad punta es de 140 kilómetros/hora. Con el motor gasolina en marcha, 227 kilovatios/hora.

Por encima se sitúa el 45 TFSIe, que es el híbrido enchufable más capaz. Al 1.4 TFSI de gasolina de 150 caballos se le une un propulsor eléctrico de 80 kilovatios para desarrollar un total de 245 caballos y un par máximo de 400 Newton metro. Se trata de la misma configuración que la versión anterior, de tal forma que el extra de rendimiento viene dado por una puesta a punto específica del software. La caja de cambios es automática S tronic de seis velocidades. Su batería es de 13,0 kilovatios hora de capacidad y se puede cargar en unas cinco horas en una toma de corriente doméstica. La autonomía en modo eléctrico es de 61 kilómetros según WLTP. Acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 6,8 segundos y su velocidad máxima es de 232 kilómetros/hora. En eléctrico llega hasta 140 kilómetros/hora.

La suspensión delantera es de tipo MacPherson con triángulo inferior. Las versiones con una potencia de 150 caballos o más están equipadas con una suspensión trasera de cuatro brazos y una disposición separada de muelles y amortiguadores. En los motores con una potencia inferior a esta barrera la suspensión trasera es un eje torsional. Los rodamientos de los brazos oscilantes son de aluminio. 

La suspensión puede complementarse en opción con un control adaptativo para los embragues, que permite variar la altura libre al suelo hasta 10 milímetros para adaptarse en cada momento a las necesidades de la carretera. La S Line ofrece de serie la suspensión deportiva, que rebaja el coche hasta 15 milímetros para un manejo más ágil.

El sistema de frenos contempla discos ventilados en la zona delantera de 312 milímetros y de 272 en la trasera. Los pistones están presurizados por un servo eléctrico.

Es novedad el control modular dinámico de estabilidad. Este sistema recoge los datos de todos los componentes relevantes para la dinámica transversal y así asegura que la interacción entre ellos sea precisa y rápida. Calcula los ajustes óptimos para los amortiguadores adaptativos, el ESC y la tracción quattro en las versiones que la equipen. Se basa de forma predictiva en los movimientos de la dirección. De esta manera, el control modular dinámico de estabilidad aumenta la agilidad, especialmente en carreteras sinuosas.

AUDI A3 2020: IMPRESIONES DE CONDUCCIÓN

Más de cinco millones de conductores se han decantado por el Audi A3 desde que naciese en el año 1996. Desde entonces han llegado cuatro generaciones, la última de ellas recién presentada y con la que ya hemos compartido los primeros kilómetros. Sí, mantiene su esencia intacta, pero este nuevo A3 es una revolución quizás más apreciable por dentro que por fuera. No obstante, su estética exterior destaca por una presencia más angulosa y agresiva que deja en fuera de juego a aquellos críticos de la marca de los cuatro aros que dicen que no son atrevidos. Esta vez lo han sido.

Una vez en el interior de esta versión Sportback de cinco puertas enseguida se comprueba que es cierto que todo lo presente allí está concebido por y para el conductor. La posición de conducción es bastante estándar, y desde ella se tiene una perfecta visibilidad de todos los ángulos importantes. El volante de tres radios multifunción, además de un tamaño y tacto que no admiten pega alguna, permite acceder a todos sus mandos sin forzar las manos. Basta compartir un rato con el vehículo para poder manejarlos sin mirar. También los situados detrás de él, entre los que no se encuentran sorpresas. Sí la produce el cuadro de mandos digital, algo que tiene especial mérito al ser una solución ya conocida. En el caso de nuestra unidad se trataba del Audi Virtual Cockpit de 12,3 pulgadas. La cantidad de información que puede llegar a mostrar es muy elevada, pero en ningún momento abruma. Además permite un alto grado de personalización para que cada cuál consulte lo que desee. A la derecha del cuadro de mandos está la pantalla del sistema multimedia, que en esta ocasión es de 10,1 pulgadas y está ligeramente orientada hacia el asiento izquierdo. Está perfectamente integrada entre las molduras y su manejo es calcado al de un Smartphone. Eso sí, para controlar todas las funciones que ofrecen tal y como éstas se merecen se requieren más que las dos horas que pudimos compartir con el coche. Bastantes más, de hecho. Más abajo, en el túnel central, Audi aporta varias novedades. En el caso de las versiones automáticas –la nuestra era manual– se ha sustituido la palanca clásica por un botón mucho más elegante, algo posible al no existir una conexión física entre este punto y la transmisión. Aparece también un nuevo control del audio en esta zona que adquiere propiedades táctiles. Es bonito de cara a la galería, pero para este tipo de mandos un servidor siempre prefiere botones físicos que sean más fáciles de identificar sin mirar, tal y como los que han incluido los diseñadores alemanes para el climatizador o el selector de modos de conducción.

El motor que equipaba nuestra unidad del Audi A3 Sportback era el 1.5 litros de gasolina TFSI con 150 caballos sin electrificar. Su funcionamiento es tan lineal como suave. En ningún momento asusta, ni siquiera cuando entra el turbo. Y esto no quiere decir que no corra, que lo hace si se le aprietan las clavijas. Para ello, eso sí, hay que elevarlo de vueltas más de lo que recomienda una conducción eficiente que, si se practica, también produce placer, entre otras cosas porque el habitáculo es razonablemente silencioso. Esta suavidad se traslada al tacto de la palanca de cambios, que a pesar de su moderno diseño dispone de una ergonomía adecuada. Respecto al consumo, durante nuestra prueba de poco más de 100 kilómetros obtuvimos una media de 7 litros a los 100 kilómetros, cifra que seguro se puede bajar cuando la compenetración con el vehículo fuese mayor.

En cuanto al comportamiento puro y duro hay que recalcar que Audi, al menos en la versión S Line del A3, prima un poco más el dinamismo que el confort. Esta variante dispone de una suspensión más rígida que otros acabados que le aporta un mayor sustento en curva a costa de un pequeño déficit en comodidad, algo que se hace especialmente notable en entornos urbanos. No obstante, elegir este acabado es algo que el cliente hace a conciencia, con lo que se trata de una característica que no merece crítica en el sentido de que el que la 'sufre' es porque ha querido. E insistimos en que, en todo caso, es algo perfectamente asumible.

La dirección del nuevo Audi A3 también es algo que merece comentario. Suavidad y precisión son las dos características que mejor la definen. Respecto a la de sus rivales se parece más a la del Mercedes-Benz Clase A que a la del BMW Serie 1, ya que éste último tiene el ADN de su fabricante bien marcado. Su entrada en curva es mucho más directa, mientras que la del A3 da la sensación de ser más relajada. Cuestión de gustos decantarse por una. Eso sí, el compacto de los cuatro aros me ha parecido brillante a la hora de girar en pleno apoyo. Si bien el primer golpe de dirección es más o menos convencional, en la parte central de las curvas –ya sean virajes largos o en las propias rotondas– se aprecia como el A3 es capaz de redondear con una gran eficacia.

En definitiva, tras esta primera toma de contacto podemos afirmar que el nuevo Audi A3 es un paso adelante en todos los sentidos. Incluso una pequeña revolución que, si bien se nota más por dentro que por fuera, afecta a todos sus campos. Y sin perder su esencia, algo vital cuando un vehículo ha alcanzado el éxito de éste a lo largo de su historia.

AUDI A3 2020: PRECIOS

El Audi A3 2020 está disponible a partir de 27.770 euros en su configuración 30 TFSI, que equipa un motor 1.0 TFSI de 110 caballos.

La opción con mild-hybrid 35 TFSI S tronic, con un motor 1.5 TFSI de 150 caballos, alcanza los 31.290 euros.

El propulsor 1.5 TFSI de gasolina y 150 caballos también estará disponible desde 29.070 euros, sin electrificación.

Las opciones Diesel son la 30 TDI, de 2.0 litros y 116 caballos, y la 35 TDI, de 2.0 litros y 150 caballos. Cuestan 30.000 y 33.480 euros respectivamente.

El híbrido enchufable 40 TFSIe se vende desde 42.700 euros, mientras que el 45 TFSIe empieza desde 43.010.

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