Hay prisa por vender Force India para evitar el éxodo de técnicos

Si la desaparición de HRT, Manor o Caterham tuvo un impacto limitado. En cierto modo, especialmente los dos primeros, eran equipos 'que sobraban' –y me duelo mucho decir esto de HRT, equipo en el que estaban muchos amigos y que, además, era español–.

Pero la desaparición forzosa de Force India, si no encuentra comprador solvente, es otra cosa. Es cierto, los equipos vienen y se van, como dijimos hace tres días. El problema es que algunos no tienen recambio.

Lo de Force India, si no se resuelve rápido, corre el riesgo de poner patas arriba el mercado. El de pilotos, porque Sergio Pérez y, sobre todo, Esteban Ocon, son jóvenes a los que pueden desear otros equipos. Ocon, sin ir más lejos, es la 'solución' de Renault para suplir a Carlos Sainz.

Pero también por los técnicos de Force India. Los resultados conseguidos por el equipo, con unos medios modestos, hablan muy bien de sus técnicos y también de la gestión del equipo. 

De repente, Force India es un caladero al que irse. Por ejemplo, McLaren puede encontrar los refuerzos que busca. Sauber dijo hace unos días que el equipo tenía que crecer unas 200 personas más. Aquí encontrará a gente dispuesta, gente que no quiere vivir en la incertidumbre del empleo, de sueldo o de si contará con los medios suficientes para poner en práctica lo que diseña.

Las prisas que dicen que tienen los administradores para encontrar comprador son dobles. De una parte, para evitar que el equipo técnico quede desmantelado, empobrecido. Y de otra, comenzar a trabajar en el coche de 2019, lo que no se puede demorar más allá de septiembre.

Y la F1 no puede permitirse perder un equipo más. 18 coches en parrilla podrían parecer pocos. Y que los grandes o al menos los motoristas, alineen un tercer coche es amplificar la agonía de los de 'segunda división'. Una mala, muy mala solución.

Afortunadamente, tras Hungría se cierran las fábricas. Un periodo de tres semanas que debe permitir poner un poco en orden las cosas, calmar un poco los ánimos.

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