Mercedes enseña la patita, pero aún queda mucho camino por delante

Hasta la fecha ha parecido más un gol en propia puerta porque el concepto, prometedor sobre el papel, no estaba dando los frutos esperados y el control del 'efecto rebote' llevaba a los ingenieros, como vulgarmente se dice, 'de culo' y transformaba el pilotaje en un suplicio… pese a lo que eran la tercera fuerza del Campeonato, si bien lejos de Red Bull y Ferrari.

Pero en Canadá las cosas parece que han cambiado. De un viernes en el que Lewis Hamilton califícó el coche de horroroso, lo peor que nunca ha tenido y de "muy malo" a un sábado en el que Lewis consiguió la mejor clasificación del año y un domingo donde logró subir al podio, aunque hay que decir que Charles Leclerc y Sergio Pérez faltaron a la cita, el primero por salir desde la última posición de parrilla tras cambiar motor y Sergio por abandono.

El resultado de Canadá parece que da la razón a Christian Horner cuando vaticinaba que no debía darse a los de la estrella 'por muertos' "y estoy seguro de que solucionarán sus problemas".

Para Mercedes, el resultado de Canadá debería ser el punto de inflexión. Están lejos todavía. Si Lewis acabó a sólo siete segundos de Max se debió al coche de seguridad a 25 vueltas del final, que sólo dejó la pista 'en verde' para los últimos 15 giros y Lewis perdió esos siete segundos en ellos, medio segundo por vuelta.

El resultado de Lewis viene corroborado por el cuarto puesto de George Russell, que esta vez no pudo con el siete veces campeón del mundo. El dato positivo es que ni uno ni otro se quejaron esta vez de dolores por el porpoising.

Toto Wolff señaló que el coche aún tiene que mejorar, que todavía no es bueno y felicitó a Lewis "por el resultado conseguido con un coche que no era genial" y alabó el trabajo hecho por los ingenieros estas dos semanas.

El resultado canadiense trae tranquilidad al equipo en el momento en el que deben tomar la gran decisión sobre el futuro W14 de 2023: seguir la vía de este W13 o hacer un cambio radical de enfoque. Seguro que ahora tienen las cosas más claras.

"Realmente podemos levantar los ánimos. Hubo fases de carrera en las que fuimos más rápidos que Sainz y Verstappen, pero no debemos pensar que estamos de vuelta en la cima por unas pocas vueltas buenas. Todavía estamos lejos. Lo que marcó la diferencia es que probamos un enfoque nuevo para afinar el coche", ha destacado Toto Wolff.

"Los coches de Lewis y Russell llevaban caminos diferentes y ahora tenemos las ideas más claras de cómo ajustar el coche. Poco a poco vamos llegando al fondo de nuestros problemas y seguimos trabajando. Creo que en Silverstone vamos a encontrar una pista más fácil que Canadá o Bakú", ha añadido el jefe de Mercedes.

El primer problema a resolver era el porpoising. Parece que han encontrado la forma de limitarlo. Ahora deben enfrentarse a los otros dos problemas: la rigidez del conjunto y un déficit de carga aerodinámica. Puede que lo uno vaya ligado con lo otro: cuando bajan el coche al máximo, los golpes contra el suelo de los patines son violentos y los pianos lo hacen saltar. En consecuencia, deben alzar el coche un poco y perder carga.

Canadá ha supuesto un poco de árnica para el equipo, pero no se fían. En Barcelona también parece que se comportaron mejor para volver a las andadas. Veremos qué sucede en Silverstone.