De cómo el Ford Probe estuvo a punto de convertirse en un Mustang
A finales de los años 80, Ford se encontraba en la tesitura de renovar el Mustang para su cuarta generación. En aquellos tiempos, la marca americana mantenía una cada vez más estrecha colaboración con Mazda, hasta tal punto que decidió que aquel nuevo Mustang contaría con plataforma japonesa, tracción delantera y motores V6. Para consuelo de muchos, la firma tuvo que rectificar.