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Audi RS2 Sedan: el desconocido y pionero RS de tres volúmenes

Solamente se fabricaron cuatro unidades, nunca con pretensiones de producción
Compartía la mecánica con el RS2 Avant, de cinco cilindros y 315 caballos
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16 Oct 2021 - 10:15

Con el auge actual de los SUV, las berlinas están de capa caída aunque no así las variantes deportivas de las mismas, tal y como bien demuestra el Grupo Volkswagen. A mediados de los 90, la casa de los cuatro aros instauraba unas siglas que han hecho vibrar de emoción a los aficionados, que se hacían patentes con el RS2 Avant. Sin embargo, pocos saben que también se desarrolló una variante sedán del mismo modelo.

El Audi RS2 Avant fue un proyecto muy especial, realizado en colaboración con Porsche sobre la base del Audi 80. Las siglas 'RennSport'  aparecían por vez primera en un modelo de la casa, un modelo destinado a ofrecer las cualidades más deportivas y que, para rizar el rizo, lo hacía con carrocería familiar Avant.

No obstante, y paralelamente al desarrollo de éste, Porsche se encargó de poner a punto una variante de tres volúmenes a partir de la carrocería sedán del mismo Audi 80. Los cambios introducidos no diferían tan apenas de los vistos en el Avant: mismos paragolpes delanteros, llantas de 17 pulgadas y luces de cruce prestadas del Porsche 911 964 o la salida de escape doble en el lado izquierdo de la zaga.

El gran cambio, obviamente, se encontraba en los tres volúmenes de los que gozaba su carrocería, menos inclinada a ofrecer un espacio extra en el maletero, pero que por contra presentaba una estética más acorde a lo que por aquel entonces debía ser un vehículo de altas prestaciones.

Si hablamos de su interior, contaba con tapizado de cuero tanto en los asientos como en los revestimientos de las puertas pero que en esta ocasión prescindía del tramado bitono de las unidades comercializadas del Avant. La instrumentación con fondo blanco y tarada en los 300 kilómetros/hora permanecía inalterada.

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Por supuesto, su mecánica también era compartida con el modelo de producción: un motor de cinco cilindros de 2,2 litros con 315 caballos y un turbocompresor KKK modificado por Porsche. La caja de cambios de seis relaciones y la tracción total Quattro también hacían acto de presencia. La mayor ligereza del conjunto hace suponer que el sedán mejoraría las cifras de aceleración y velocidad punta que en el Avant se situaban en los 4,8 segundos y 262 kilómetros/hora respectivamente, de manera oficial.

Es sabido que Audi siempre planeó lanzar al mercado únicamente la variante familiar, por lo que el sedán solamente fue un ejercicio de ingeniería, eso sí, funcional al 100%. Tan funcional que se da por seguro la fabricación de al menos cuatro unidades, frente a las 2.891 copias certificadas que se realizaron del Avant, unas cifras por encima de las esperadas debido a la alta demanda que acaparó.

Actualmente, Audi cuenta con una unidad mostrada en su museo -la que se puede contemplar en las imágenes- y que parece ser que pertenece a un ingeniero de la firma. La misma unidad que durante un tiempo fue coche de empresa de nada menos que Ferdinand Piëch, CEO y mandamás de Volkswagen durante muchos años que adoptó su cargo en 1993.

Existen dos más pertenecientes a un coleccionista de los Emiratos Árabes Unidos, algo diferentes al modelo exhibido en Ingolstadt, aunque se desconoce en qué términos. La última de ellas es una completa incógnita en cuanto a su paradero, si bien se cree que fue destruida o desmantelada en algún momento.

Desde el lanzamiento del primer RS, Audi ha fabricado varios de estos sugerentes modelos con carrocería sedán, siendo actualmente el RS3 Sedan, con motor de cinco cilindros y 400 caballos, el más parecido al original tanto por concepto como por dimensiones. No obstante, ¿quién podría olvidar el RS4 de 2006 y su V8 de 410 caballos de potencia?

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