Carlos, el primero de muchos

• Crónica Carrera GP de Mónaco F1 2021

El piloto madrileño estaba ayer visiblemente enfadado porque sabía que tenía el ritmo suficiente para pelear incluso por la Pole –su rendimiento estaba para hacer 1’10’’1–, pero la suerte le ha sonreído hoy en dos ocasiones: primero, con la ausencia de Charles Leclerc; segundo, por el pit-stop catastrófico de Mercedes con Valtteri Bottas.

La cuarta posición de ayer se ha convertido en un segundo lugar hoy, en unas calles de Mónaco que han demostrado que el chasis del Ferrari SF21 está a la altura de sus rivales –no se puede decir lo mismo sobre la unidad de potencia–. Y también han demostrado que Carlos Sainz, cuando está todo en juego, no suele cometer errores.

Una vez asentado en la segunda posición, detrás de Max Verstappen, en un circuito donde es casi imposible adelantar, Carlos ha sabido mantener la calma para llevar el coche a casa y cosechar su tercer podio –tras Brasil 2019 e Italia 2020– en la Fórmula 1. El español, al contrario que ayer, estaba contento tras la carrera.

"Es un gran resultado. Si me lo hubieras dicho antes de Mónaco, lo habría firmado. Cuando mire atrás estaré contento y orgulloso de este día. Seguro que hoy más no se podía hacer. Max no ha cometido ningún error y eso es lo que ha pasado", ha comentado Sainz tras la carrera para el micrófono de la Fórmula 1.

Pero lo que realmente demuestra la ambición de Carlos y su determinación por conseguir cosas grandes en el futuro es que, a pesar de haber conseguido el primer podio de la temporada para Ferrari, seguía con la ‘espinita’ clavada porque ayer tuvo la Pole al alcance de su mano y la victoria no era una utopía este fin de semana.

"Hemos tenido muy buen ritmo todo el fin de semana. Contento con el segundo puesto, pero quizás no del todo contento por el equipo, por la sensación que se te queda después de haber tenido la Pole al alcance de la mano y no haber ganado la carrera", ha expresado Carlos Sainz a posteriori, para el micrófono de DAZN F1.

En sus palabras se puede apreciar el inconformismo y la ambición de un piloto que cada año da pasos hacia delante y, de momento, no tiene límites. No soy adivino, pero éste no será su último podio con Ferrari. Seguro.