Audetto: "Lauda aún sangraba, pero demostró a Ferrari que podía volver"

Daniele Audetto recuerda la gran rivalidad que existía ese año entre Niki Lauda y James Hunt. El grave accidente del austriaco en Nürburgring en 1976 le provocó graves quemaduras y le hizo ausentarse de la competición durante dos carreras. A la tercera, Niki ya quería volver y Audetto asegura que acudió a Fiorano para demostrarle a Enzo Ferrari que podía volver a ser rápido a pesar de estar todavía convaleciente.

"El señor Ferrari le dijo a Niki 'si quieres pilotar en Monza, demuéstrame que puedes hacerlo'. Si eres rápido, podrás hacer muchas vueltas en Fiorano. Lauda vino a Fiorano, todavía sangraba y estaba mal. Se puso el casco y completó dos vueltas lentas. Pensamos 'quizás no está bien', pero era sólo para asegurarse de que estaba bien en el coche", relata Audetto en declaraciones para el portal web Race Fans.

"Luego empezó a hacer vueltas rápidas y se quedó cerca del récord. Hizo una tanda larga de 20 ó 25 vueltas y el señor Ferrari le dijo 'por supuesto que puedes correr en Monza'", añade.

Por otro lado, Audetto ha defendido la decisión de no volver a poner en riesgo la vida de Lauda y obligarle a correr en la última carrera de la temporada, la de Japón. El directivo italiano aseguró que prefirió no poner a Niki en peligro aunque eso supusiera perder el título de ese año.

"Fue la decisión correcta por dos razones. Primero porque Bernie Ecclestone pidió a los pilotos que corrieran con ese diluvio. Realmente era un tifón. Bernie iba a perder los derechos de televisión y también el dinero de la organización, así que dijo 'salgamos y paramos después de dos vueltas, pero al menos cumpliré con el contrato'", recuerda.

"Emerson Fittipaldi, presidente de la GPDA, Hunt y Niki se dieron un apretón de manos y hubo un acuerdo. Luego, cuando James Hunt fue al garaje, habló con el jefe de McLaren, Teddy Mayer, que estaba furioso y dijo 'si paras, te mataré, arruinaré tu carrera y no podrás hacer nada por el equipo, así que James vino e informó a Niki de que Teddy estaba siendo muy duro con él. Niki, no obstante, estaba convencido de que iba a parar", señala.

"Así que mi único error, si quieres llamarlo 'error', fue no pedirle a Niki que se quedara una o dos vueltas más en carrera para esperar que James parase, pero no tuve la valentía para decirle eso a Niki porque le había visto hace dos meses casi muerto en el hospital", reconoce.

"La decisión era ganar el Campeonato o ganar la vida de un hombre que si tenía un accidente iba a hacerme sentir culpable durante toda la vida, así que preferí perder el Campeonato y no arriesgar de nuevo la vida de Niki", expresa para terminar.