Ricciardo ve "genial" que Red Bull le dejara luchar con Max en Malasia

Con diferentes estrategias, Verstappen se encontró en pista con Daniel Ricciardo, y ambos mantuvieron una pugna que el australiano acabó por mantenerse por delante de su compañero de equipo, quien intentaba reducir las diferencias respecto al líder en ese momento del Gran Premio, Lewis Hamilton, a la espera de la segunda parada del británico.

Ni Hamilton ni Ricciardo pararon con el primer coche de seguridad virtual en la vuelta 9, al contrario que Verstappen, quien en la vuelta 27 montó un neumático duro que, presumiblemente, le haría ver la bandera a cuadros. Según Ricciardo, desde el equipo no le obligaron a dejarse adelantar porque, si Hamilton no hubiera roto, aunque hubiera salido tras Verstappen en su última parada, la diferencia de neumático habría decantado fácilmente la batalla del lado del británico.

Si Lewis hubiera seguido, habría ganado la carrera sin importar la ventana de paradas

"Si Lewis hubiera continuado, habría ganado la carrera sin importar lo que pasara con la ventana de parada. Incluso aunque Max se hubiera mantenido delante si Lewis paraba, después, especialmente con neumáticos más frescos –no digamos los mismos neumáticos, sino más frscos-, Lewis lo habría conseguido bastante fácilmente", ha dicho en declaraciones citadas por el medio holandés Crash.net.

De esta manera, Ricciardo ha querido agradecer al equipo que le dieran la oportunidad de competir en pista contra su compañero. "Así que fue genial que el equipo nos dejara correr. Para mí, estuvo lleno de competición. Fue genial. El equipo estaba esperando que nos lanzáramos el uno contra el otro, pero fue divertido".

"Fue genial tener la oportunidad real de correr así, y también de demostrar al equipo que podemos ser sensatos en el fulgor de la batalla y con el calor del momento", ha destacado el australiano, quien asegura además que, más allá del hecho de que era su compañero de equipo, no tomó precauciones especiales al ver que batallaba contra Verstappen.

El holandés se ha ganado en pista la fama de piloto duro y agresivo, por encima del límite en ocasiones, pero el hecho de que las maniobras defensivas estuvieran en manos de Ricciardo cambiaron por completo la situación, tal  y como declara el australiano.

En defensa, no cambia si es Max o cualquier otro

"Si estoy atacando a alguien, probablemente sabré si va a oponer más resistencia. Algunos pilotos se defienden más duro que otros. Pero, en términos de yo defendiéndome o intentando aguantar una posición, está más en mis términos. Soy yo quien pone el coche donde quiero, y es su trabajo pasar. Así que, en términos de defensa, no importa quién es".

"Era consciente de que somos compañeros de equipo, así que, en tu cabeza, está bien ser cauteloso en términos de, si te vas a comprometer a una trazada, te mantienes en ella. Si él me toca, entonces no es mi culpa. Yo digo, mira, me he mantenido en mi línea, así que hay que conducir duro pero, elija la trazada que elija, me tengo que quedar en ella. Así que en el modo defensivo, realmente no cambia si es Max o cualquier otro", ha asegurado.