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Bugatti y el Gran Premio
Decir Bugatti es sinónimo de automóviles de alto rendimiento y acabados cuidados. Es sinónimo de ingeniería de alto nivel puesta al servicio del automóvil, y es sinónimo de avance y desarrollo, unido al conservadurismo por soluciones efectivas que generan tradición de marca. Y no, no nos referimos a la actual Bugatti. Nos referimos a la Bugatti original, la auténtica, aquella que surgió del amor por los coches de un joven llamado Ettore Arco Isidoro Bugatti, nacido en Milán en 1881, pero francés de espíritu y al final también de nacionalidad. Fue en Francia, en la alsaciana localidad de Molsheim, donde instaló en 1909 su fábrica de automóviles, aunque por entonces la localidad pertenecía a Alemania (hasta 1919), a la que volvería a pertenecer entre 1940 y 1945. Cuestiones de fronteras y guerras. Cuestión de límites.