Después del susto, Rosberg repite Pole y Bottas sorprende a Ferrari
Ya más relajados y con todos los temores sacudidos de nuestras cabezas, la normalidad volvió al trazado ruso y pudimos disfrutar de la clasificación desde nuestras televisiones. Como hizo el propio Sainz instalado en su habitación del Hospital 4 de Sochi, con un pijama sin patrocinios, el mando en la mano y una sonrisa en la cara. Parecía que no se hubiera pegado un susto de 41G apenas un par de horas antes. Están hechos de otra madera.