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2013, ese año largo y frustrante para Ferrari, llega a su fin este fin de semana en Interlagos, al menos en el universo que envuelve la Fórmula 1. El equipo de Maranello aterriza en Sao Paulo con una única ambición, que es luchar por la plata en el mundial de constructores, pero el deseo de escribir un punto y aparte para empezar a trabajar en el próximo curso es palpable en el discurso de su piloto insignia, Fernando Alonso.

Los años de Felipe Massa en Ferrari trajeron consigo mucha alegría y también algunos dolores de cabeza, como el Campeonato que perdió en la última carrera en 2008 o la lesión que pudo ser mortal en un accidente el año siguiente. Además, en 2010 tuvo que acatar las órdenes de equipo en favor de Fernando Alonso.

Ferrari protagonizó el bombazo de la temporada con la contratación de Räikkönen para formar la alineación de pilotos más fuerte y temida a partir de 2014 junto a Alonso. Una vez decidida la salida de Massa, las opciones para la Scuderia eran básicamente dos: apostar por alguien joven y de calidad pensando en un futuro a largo plazo -como Hülkenberg o Bianchi- o contratar a un caballo ganador. Se decidieron por lo último en un movimiento arriesgado para la estabilidad del equipo, pero Montezemolo está convencido de que acertaron.

Felipe Massa nunca ha querido ser un piloto un pago y está orgulloso de haber elegido a otro equipo sin necesidad de traer un patrocinador a sus espaldas. El brasileño ha comparado a los pilotos de pago con ser prostitutas y afirma que él nunca lo será.

Si ayer Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, puntuó la temporada de Fernando Alonso con un "ocho sobre diez", ahora el italiano insiste en que el español no es el piloto número 1 del equipo. 

La temporada 2013 de Fórmula 1 termina esta semana en Brasil y es tiempo de relfexionar sobre los éxitos y fracasos de este año. Así lo hecho Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, que ha valorado la actuación de Fernando Alonso.

La Scuderia Ferrari insiste en que era consciente de los problemas de espalda de Kimi Räikkönen cuando el finlandés firmó para la temporada 2014. Domenicali ha dicho que no habrá ningún problema respecto a esta situación.

La importante sangría de títulos que acusa Ferrari desde la temporada 2007 ha obligado a su máximo responsable, Luca di Montezemolo, a llevar a cabo diferentes cambios en la estructura técnica de la ‘Scuderia’ con vistas a recuperar su potencial. Una de las incorporaciones más significativas ha sido la de James Allison, quien asegura que la formación de Maranello está suficientemente preparada en términos de competitividad para volver a lo más alto de la parrilla en 2014.

La de este fin de semana será una carrera verdaderamente especial para Felipe Massa. Siempre lo es para él correr en Interlagos, delante de los suyos, pero este año lo será un poco más porque será la última vez que lo haga vestido de rojo Ferrari. Ocho campeonatos son los que ha corrido el brasileño defendiendo los colores de Maranello y no será fácil para él decir adiós a la que ha sido su casa durante tanto tiempo.

Los últimos cuatro años están siendo un suplicio para Alonso. Se está dando con la misma pared, con la falta de competitividad de un coche que no está a su altura, una temporada tras otra. Teniendo que realizar verdaderos milagros para poder hacer frente a una apisonadora azul pilotada por un alemán para después quedarse siempre a las puertas del título, más cerca que nunca en 2010.

La temporada que viene todo puede cambiar, o no. Con los nuevos motores V6 Turbo y la nueva reglamentación, una halo de esperanza invade a los equipos rivales de Red Bull, que ven cómo pueden emerger de la oscuridad a la que el equipo de las bebidas energéticas le ha sumido.

El circuito de Interlagos espera recibir una gran alfuencia de público, incluso cuando Sebastian Vettel ya se ha proclamado campeón del mundo esta temporada y cuando el propio piloto alemán consiguió ayer su octava victoria consecutiva en los últimso grandes premios. Parece, pues, que la pasión por el automovilismo de los aficionados brasileños no les frenará a la hora de comprar entradas.

Ferrari deja Austin con un sabor agridulce: Fernando Alonso no ha podido ser más que quinto en la pista estadounidense al salir desde la parte sucia de la parrilla y Felipe Massa ha tenido todo el fin de semana problemas con el F138. Stefano Domenicali confía en que el resultado de Brasil sea distinto y puedan asegurarse el subcampeonato de equipos.

En una carrera que no pasará a los anales de la historia porque no ha habido gran acción en la pista, Alonso ha sido de los pocos que han dado espectáculo. Tras perder una posición en la salida con Sergio Pérez, el asturiano ha encadenado su particular remontada después de su parada en boxes y ha alcanzado la quinta plaza tras superar al mexicano y a Nico Hülkenberg. El podio no ha estado a su alcance y la quinta plaza ha sido lo máximo que ha podido conseguir.

El panorama de la Scuderia Ferrari justo antes de la clasificación del Gran Premio de Estados Unidos era absolutamente pesimista. Entrar en la Q3 era una quimera, pero una vez más el talento de Fernando Alonso ha hecho mucho más que su F138 y ha podido alcanzar la sexta plaza que le hace soñar con un podio. El resultado de Felipe Massa vuelve a demostrar cómo está realmente Ferrari y el brasileño, gracias a la sanción de Jenson Button, partirá desde la 14ª posición.