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¡Ahora con vídeo! Polestar 3: el SUV premium, eléctrico y deportivo con el que divertirse al volante

El Polestar 3 es un SUV eléctrico de 4,90 metros con hasta 650 kilómetros de autonomía
Está disponible desde 81.900 euros con 299 caballos y tracción trasera
Las primeras unidades con tracción total y más equipadas tienen precios desde 92.900 euros
Frenos Brembo, diferencial trasero mecánico y suspensión neumática deportiva dan carácter deportivo de este SUV familiar
Polestar 3 - SoyMotor.com
Polestar 3
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19 Sep 2024 - 18:00

Probamos el Polestar 3, el nuevo buque insignia de la marca. Se trata de un SUV, lógicamente eléctrico, que llega con tres versiones en cuanto a potencia y una autonomía máxima de 650 kilómetros. Su precio de lanzamiento es de 81.100 euros.

Poco a poco vamos entendiendo más la marca Polestar. Es sueca, porque antes era un preparador sueco de coches deportivos y de hecho tiene en Gotemburgo su cuartel general, dirección y equipo de diseño. Está muy vinculada a Volvo, con la que comparte mecánicas y plataformas técnicas y tienen el mismo propietario, el grupo chino Geely. Solo ofrece modelos eléctricos premium y fabrica sus coches en China, aunque tiene a su disposición todas las fábricas del grupo en el mundo, como las de Volvo en Europa y América, e incluso las de socios de Geely como Renault, y se rumorea que podría fabricar sus coches en las fábricas de Renault en España para evitar los futuros aranceles. Para terminar de completar el puzzle, Polestar tiene un centro de ingeniería y desarrollo en Inglaterra, un país al que le apasionan los deportivos, y de hecho los dos siguentes deportivos de la marca, el Polestar 5 y el Polestar 6, serán modelos puramente deportivos. Ahora sí, vamos a conocer el Polestar 3.

UN SUV MÁS BAJO Y NADA 'COUPÉ'

El nuevo buque insignia de la marca es un SUV de nada menos que 4,90 metros de largo con aires de monovolumen, pero, sobre todo, una conducción muy deportiva. El diseño es típicamente Polestar, y eso gusta. Está diseñado por Nahum Escobedo, un estilista sueco de origen mexicano con el que hemos hablado en varias ocasiones y que ha impreso un estilo escandinavo al coche. Las formas están muy cuidadas, el coche impone, y tiene detalles cuidadísimos, de esos que gusta ver en un coche premium. La zaga es casi vertical, por eso lo del estilo monovolumen, lejos de los SUV coupé tan de moda hoy en día. Cualquiera que se presente delante del coche nos señalará las enormes llantas de 22 pulgadas y los frenos de color dorado firmados por Brembo, toda una declaración de intenciones. El coche no es muy alto, menos de 1,70 metros, lo que lo diferencia en el tráfico de otros SUV más voluminosos. Esta estatura le permite tener una mejor aerodinámica sin apenas arañar espacio interior.

MINIMALISTA Y MUY PRÁCTICO

Por dentro apuesta por el estilo escandinavo, y si tapamos el logotipo podríamos pensar que estamos en un Volvo, con el que comparte algunos mandos y un ambiente general de colores claros y materiales reciclados muy similar. En la consola tenemos una pantalla central vertical que, visto hacia dónde va el mercado, ya no nos parece tan grande, pero lo que es destacable es su fácil funcionamiento, ya que cuenta con Google Automotive, mapas de Google, Spotify y los comandos de voz del conocido asistente que usamos en los teléfonos móviles, así que está entre los mejores del mercado. Hay que acostumbrarse un poco, eso sí. Tras el volante hay una pantalla con la información principal, y en el parabrisas un 'head-up display' de información muy clara. Los melómanos apreciarán sin duda el equipo de audio Bowers & Wilkins de 25 altavoces, y todos aplaudirán el excelso confort de los muy buenos asientos con una regulación realmente fácil.

Detrás hay una buena dosis de espacio, sobre todo a lo largo y a lo ancho, tanto que caben tres pasajeros, también adultos, sin muchas pegas. Ahora bien, la banqueta va algo baja, de modo que las rodillas van un poco más elevadas que en otros SUV de esta clase. Aún así vamos en primera clase, y con mucha luminosidad por el techo de cristal, aunque echamos de menos las agarraderas superiores. El maletero, en cambio, es pequeño, y los 484 litros no son lo que uno espera de un coche de 4,90 metros de largo, sin duda un hándicap, aunque podemos ampliarlo a 1.411 abatiendo los asientos y tenemos un pequeño maletero delantero –38 litros– para los cables de recarga.

Polestar 3

Polestar 3

MECÁNICA COMPARTIDA CON VOLVO

A nivel técnico el Polestar 3 tiene una batería de nada menos que 111 kilovatios hora, que podemos unir a un motor trasero de 300 caballos para una autonomía de 650 kilómetros –en la versión de 81.900 euros– o a la tracción total con dos versiones: una 'normal' de 487 caballos con 630 kilómetros de rango –88.900 euros–y otra 'performance' con 517 caballos y 561 kilómetros de autonomía –95.500 euros–. Los consumos homologados son altos: con 18,9 kilovatios hora cada 100 kilómetros en el de tracción trasera, 19,7 en el de tracción total y 22,1 en el performance. El chasis y los motores sin similares a los del nuevo Volvo EX90, con el que comparte plataforma técnica dentro del grupo Geely, y esto es bueno porque facilitará los recambios y actualizaciones.

Polestar 3

Polestar 3

INESPERADAMENTE DEPORTIVO

Nos ponemos en marcha y descubrimos un coche muy dinámico. Se conduce con un estilo más deportivo, y da gusto pisar el freno, acelerar y empezar a tomar curvas. Antes tenemos autovía, y el coche va muy bien: suave, preciso y con algo de transmisión de baches al interior. Tiene suspensión neumática de serie en las versiones de tracción total, según mi punto de vista imprescindible en un coche de este tamaño y peso, especialmente si las cosas se complican, como en climatología adversa o en maniobras de evasión. También es de serie el diferencial trasero mecánico. En autovía todo esto no importa, pero sí en zonas de curvas, en la que este coche es incisivo y transmite buenas sensaciones al volante. Lástima que no tenga unas levas para frenar con la retención del motor eléctrico y siempre tengamos que tirar de los frenos Brembo, con el excelente mordiente habitual de la casa italiana. En curva más cerradas el diferencial trasero imprime un efecto direccional que hace que este coche de 2.300 kilos se sienta más ligero.

Salimos de las curvas para pasar por una carretera nacional que atraviesa varios pueblos. Hay silencio, hay confort, hay serenidad a bordo y hay un enorme techo de cristal sin cortina. En este fresco inicio del otoño puede no molestar, pero en pleno verano… preferimos una cortinilla. El consumo es algo, y aunque nos costó encontrar el marcador que nos dice lo que consume, este es de más de 25 kilovatios cada 100 kilómetros en esta versión de altas prestaciones. La batería es enorme y podremos hacer 350-420 kilómetros entre recargas en carretera. La recarga alcanza una potencia de 270 kilovatios, así que en media hora debemos llegar al 80 por ciento de batería para continuar el viaje. En corriente alterna la potencia de recarga es de 11 kilovatios y la tecnología es níquel, cobalto y manganeso en una batería suministrada por CATL. Y con todo esto llegamos a nuestro destino, momento de sacar conclusiones sobre  el coche.

CONCLUSIÓN: UN SORPRENDENTE SUV DEPORTIVO

El Polestar 3 es un SUV de lujo y deportivo: se conduce muy bien si buscamos prestaciones y es la opción indicada en su clase si nos gusta conducir por curvas, ya que es más bajo y tiene menos inercias que otros, aunque le faltan unas levas tras el volante y unos asientos que recojan más para ser un deportivo. Si no valoramos la deportividad y solo el diseño, encontramos un coche que gusta desde cualquier ángulo: bonito en estilo, elegante en el interior y bien equipado… pero eso lo tienen muchos rivales, así que vale la pena conocer los precios.

La marca anuncia una tarifa base de 81.900 euros, superior a la de, por ejemplo, un Audi Q6 E-tron de tracción trasera, pero las unidades probadas rondan los 90.000 euros, que es mucho dinero, y además entre la versión ‘normal’ de 487 caballos y la ‘performance’ de 517 caballos, no hay una gran diferencia en lo que a prestaciones se refiere, así que puestos a elegir, mejor el más barato, que ya corre muchísimo –de 0 a 100 kilómetros/hora en 5 segundos–. Pero aún así, es un coche caro, de casi 100.000 euros, una liga en la que Polestar tiene que ofrecer mucho en tecnología, calidad y equipamiento para convencer a los clientes. ¿Lo consigue? Creemos que sí, pero si es suficiente lo decidirá el mercado, pero es muy destacable que una marca recién llegada plante cara a los mejores premium sin ninguna falta reseñable. 

En España los Polestar se venden 'online' o en las Stores que hay en varias provincias, y de la postventa se encargan los Polestar Spaces y también los concesionarios Volvo, así que no tenemos que preocuparnos mucho por los recambios o servicio de una marca nueva, tan madura que parece mentira que este sea solo su tercer modelo y que, si logra hacerse un hueco entre las premium, va a dar grandes alegrías al grupo Geely.

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