Pirelli considera la opción a una parada como la estrategia más probable para la carrera de mañana, pese a los pocos datos de rodaje en seco que se han acumulado a causa de la lluvia que apareció en el día de ayer.
Parte del bajo rendimiento de los últimos años de McLaren se debe a la falta de una estructura eficaz que haga más ágil la toma de decisiones, según Zak Brown. El estadounidense busca modificar el liderazgo del equipo y para ello explica que tiene un plan a cinco años, para devolver a la parte delantera de la parrilla a esta escudería.
El Gran Premio de Hungría ha sido el escenario de varias estrategias por parte de los equipos, algo que ya preveía Pirelli tras la lluvia en la sesión de clasificación de ayer. La victoria ha sido para Lewis Hamilton, pero las estrategias de Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo han destacado por su eficacia.
El domingo pasado asistimos a una carrera bastante caótica en el Gran Premio de Alemania de F1 debido a las condiciones mixtas, a las lluvias localizadas e intermitentes en algunas curvas del trazado y nunca en todo el circuito, así como al ingrediente más picante este año, como es la salida del coche de seguridad. Así que las estrategias desplegadas por los equipos estuvieron muy mediatizadas por todas estas vicisitudes, por las apuestas, la fortuna y la desgracia. Todo un caos, sin duda, difícil de interpretar, pero del que se pueden sacar algunas conclusiones claras de quién acertó y erró o, mejor dijéramos, quién fue afortunado y quién no tanto, pues no todo salió de la genialidad de los estrategas de los equipos, sino de otros factores incontrolables.
Fernando Alonso no estaba seguro de que la estrategia de montar intermedios cuando comenzó a llover en Alemania fuera la correcta y así se lo hizo saber a su equipo. Poco después se demostró que tenía razón.
Ayer fue un mal día para Mercedes. A pesar de que tenían el doblete en bandeja, primero se equivocaron con la estrategia y después, la fiabilidad les abandonó, lo que dejó en el equipo una sensación de dolor incluso peor que el Gran Premio de España de 2016, en el que Nico Rosberg y Lewis Hamilton arruinaron la carrera de ambos por un toque.
El jefe de estrategia de Mercedes, James Vowles, mantendrá su puesto de trabajo a pesar de su grave equivocación en la carrera del Gran Premio de Austria, ya que según Toto Wolff, es uno de los mejores y mucho más después de reconocer su error en Spielberg en público.
Lewis Hamilton fue capaz de ganar en Paul Ricard, con una gran superioridad sobre Red Bull y Max Verstappen, mientras que Sebastian Vettel y Valtteri Bottas tuvieron un accidente en la primera vuelta, que acabó con ambos fuera del podio.
A McLaren no le salió nada bien la carrera en Mónaco. Se trata del primer domingo del año del que salen sin puntos. Ni Stoffel Vandoorne logró terminar entre los diez primeros y Fernando Alonso tuvo que abandonar por un problema mecánico. Además, el belga quedó decepcionado tras la carrera, ya que piensa que la estrategia que empleó su equipo no le benefició en absoluto.
Mercedes se ha impuesto en la sesión de clasificación para el Gran Premio de España gracias a la buena actuación conseguida por sus dos coches, por delante de Ferrari y Red Bull. Alonso y Sainz pudieron acceder a la ronda final.
Por fin, y sin que sirva de precedente, hemos tenido esta temporada una carrera con mayor variedad estratégica y con dievrsas opciones entre los equipos. No sólo hemos visto diferente número de paradas, sino también diferentes combinaciones de los neumáticos, que los equipos han ajustado para sacar el máximo rendimiento posible.
Lo cierto es que todas las estrategias pueden reducirse a dos grandes opciones:
Parece que la gira asiática de la Fórmula 1 deja algunas de las mayores citas en cuanto a degradación de neumáticos. Si hace una semana, ya se detectaba un desgaste claro de éstas al final de la carrera en Suzuka las cosas han sido más evidentes.
La Fórmula 1 vuelve a las andadas y si Singapur nos dejó una carrera rica en estrategias, Malasia nos ha vuelto a la normalidad de la temporada con una gran homogeneidad dadas las escasas opciones estratétigas que dejaron los Pirelli en Sepang. De hecho, todo pasaba por hacer una sola parada siendo indiferente si se montaba a comienzos de la carrera el superblando o el blando. Si se partía con el superblando, se tendría un primer stint más rápido y una mejor salida, dejando para la segunda parte de la carrera la goma blanda, ya con las posiciones estabilizadas. Pero también era una buena opción, como haría Sebastian Vettel, partir con el blando y esperar a que muchos rivales se fueran descartando al parar antes para aprovechar el aire limpio y el mejor ritmo del monoplaza. Claro está, el monoplaza debía ser tan bueno y rápido como el Ferrari.
Por una vez esta temporada y sin que sirva de precedente, Singapur y sus especiales circunstancias bajo lo lluvia y con tantos coches de seguridad, dejaron una gran variedad estratégica. Aunque, a poco que nos fijemos, sólo hubio una estrategia buena, siendo todas las demás una mala elección.
En realidad, como demostraron los líderes, la mejor alternativa fue partir con los intermedios y seguir con la goma más rápida el resto de la carrera –los ultrablandos– porque ésta aguantaba todo el Gran Premio. Partir con los neumáticos de lluvia extrema estuvo bien para la salida únicamente, pues luego salió el coche de seguridad, la pista se fue secando y cuando la carrera se relanzó en la vuelta cinco, la pista estaba ya muy seca, con lo que la degradación de los full wet fue mucho más rápida que la de los intermedios. Así, la mayoría de los que iniciaron la prueba en estas condiciones, acabaron por tener que hacer una parada extra, lo que condicionó sus posiciones finales.
Después del sorprendente Gran Premio de Singapur –la primera carrera nocturna en F1 bajo la lluvia– con sus tres coches de seguridad, con la que es seguramente la salida más polémica del año, con ocho abandonos, conviene calmarse un poco y echar un ojo al comportamiento de las gomas en esta carrera y en estas especiales circunstancias.
Fue, por otro lado, la primera carrera en muchísimo tiempo que se inicia en mojado desde parado, no tras el safety car, lo que suponía una prueba para los neumáticos Pirelli de agua, tan altamente criticados. Lo cierto, es que la mayoría de los pilotos optaron por los intermedios y éstos funcionaron a la perfección, dando el agarre necesario a los pilotos, que pudieron competir y rodar a fondo. También lo hicieron las gomas de lluvia extrema, pero éstas eran un punto más lentas pues tras un par de vueltas ya no había tanta agua en pista.
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