El robo del reloj de Leclerc sale mal y acaba en manos de un empresario español

Sucedió entre las carreras de Australia e Imola, cuando el piloto se encontraba en la ciudad costera de Viareggio. Los tres ladrones se hicieron pasar por tres tifosi para acercarse a Charles Leclerc el pasado abril, le pidieron un selfie para distraerle y le quitaron su Richard Mille RM 67-02 de dos millones de euros.

Su plan era venderlo, pero pronto se dieron cuenta de que la pieza, dedicada con un grabado al propio Leclerc, tenía poca salida en Nápoles, al ser un ejemplar tan único. Los ladrones intentaron venderlo en sus círculos más cercanos durante meses, pero nadie lo quería al ser un reloj robado y tan identificable.

Justamente por este motivo, los ladrones debieron aceptar una oferta por la décima parte del valor real del reloj. Lo vendieron por 200.000 euros. La policía cree que el objeto ahora está en manos de un empresario español, según ha informado el diario italiano Il Mattino. No está claro si este empresario se ha puesto en contacto con la Policía.

La investigación policial, liderada por Raffaele Giardiello, descubrió además que los ladrones celebraron el robo con una lujosa comida en la Toscana. Se trata de individuos especialistas en tiroteos en carretera, de los que la Policía ya tenía conocimiento de esta banda por este tipo de robos. Los tres delincuentes siguen todavía en libertad, a la espera de que se desarrolle la investigación.