Kvyat, el tercero en discordia en el declive de la academia Red Bull

Que Red Bull apuesta por pilotos jóvenes no es ninguna sorpresa. Lo sorprendente es que se hayan arriesgado a cometer el mismo error que con Gasly, pero esta vez con Albon. No le han dado tiempo de madurar lo suficiente en Toro Rosso y ya lo quieren colocar al lado de Max Verstappen. Si la jugada sale mal, las consecuencias pueden ser nefastas para la filosofía de juventud y talento de los austríacos.

El francés, al menos contó con una campaña completa con buenos resultados. El británico-tailandés lleva solo 12 carreras en Fórmula 1–es el piloto más precoz en dar el salto de Toro Rosso a Red Bull– y su rendimiento no ha sido malo, es cierto, pero tampoco espectacular. Kvyat ha rendido a un nivel similar y su experiencia en momentos complicados quizás es la llave que necesitan para recortar la distancia y superar a Ferrari en el Campeonato de Constructores.

Parece que al ruso no le ha servido de mucho el podio del Gran Premio de Alemania. Un trofeo, champán, la celebración del nacimiento de su hijo, un buen puñado de puntos para despegarse de gran parte la zona media... Pero no ha sorprendido a los máximos responsables de Red Bull. Fue el primer podio de Toro Rosso desde el año 2008. Sebastian Vettel lo consiguió en Italia aquel año y en 2009 ya tenía un asiento con su nombre en la escudería junto a Mark Webber.

Quizás la mayor sorpresa nos la llevamos todos cuando se anunció que el ruso volvía a la Fórmula 1 con Toro Rosso después de todo lo que tuvo que aguantar entre 2015 y 2017. Y posiblemente, esto era a lo máximo que aspiraba Kvyat desde inicios de temporada. Aún así, los méritos están ahí y como se suele decir: 'que le quiten lo bailao'.

Ahora bien, el Dr. Marko y Christian Horner tienen un papelón monumental. Si Albon no rinde al nivel esperado en la segunda mitad de temporada, el problema tendrá consecuencias para 2020 y en ese momento, tendrán que decidir si contar con Kvyat como último descarte para acompañar a Verstappen o bien, pescar algo en el mercado de pilotos. Lo primero, sería lo lógico, pero muchos dirigentes tendrán que tragarse sus palabras y eso nunca es plato de buen gusto. Lo segundo, prescindir del espíritu de la marca.

Lo cierto es que la cantera Red Bull es cada vez más reducida y cuenta con pilotos menos preparados. Se les acaban los cartuchos y las reglamentarias superlicencias no llegan a esos pocos eligidos. Dan Ticktum, quien fuera uno de los favoritos para entrar a Toro Rosso este mismo 2019 y aún más en 2020, ha sido expulsado y ya no hay un relevo claro en el caso de que no den con la tecla correcta en sus decisiones. Mal asunto. 

Patricio O'Ward es ahora el hombre sobre el que recae el peso del nombre del programa de jóvenes pilotos. Un mexicano prometedor que ha dejado grandes destellos en IndyCar, pero que en un intento de adaptarse a los monoplazas europeos este mismo año en el Red Bull Ring para la prueba de Fórmula 2, ha dejado mucho que desear.

La situación no es para nada sencilla y Horner y Marko son conscientes de ello. Probablemente veamos al latinoamericano de forma más habitual a partir de ahora en la categoría satélite. Mientras tanto, recoge el testigo de Ticktum en la Súper Fórmula japonesa. Sus resultados pueden ser determinantes tanto para su futuro como para el de la escudería. Recordemos que Gasly dio el salto a Fórmula 1 después de un buen año en la disciplina nipona.

Gasly era el seguro de vida de Red Bull, hasta ahora. Albon se ha convertido en la última bala de la recámara y si no abre fuego, quedarán totalmente desarmados para el futuro. ¿Qué me hace evidenciar esto último? Muy fácil, el fichaje del británico-tailandés se produjo a última hora cuando este ya tenía prácticamente confirmada su entrada a la Fórmula E con Nissan. De hecho, se rumoreó que el Dr. Marko había roto el contrato del piloto con la marca japonesa con una elevada cifra económica en un intento desesperado por revivir la cantera. 

A muchos se nos pasará el nombre de un piloto por la cabeza en estos momentos, estoy seguro. ¿Qué habría ocurrido si Red Bull hubiera colocado a Carlos Sainz junto a Verstappen esta temporada? No hubiera sido un movimiento fácil ni una decisión cómoda, desde luego. El holandés tampoco lo habría permitido. Y ese quizás es otro de los problemas de los austríacos: sobreproteger a Verstappen. 

Desde su llegada al Gran Circo, el neerlandés ha sido el preferido de Helmut Marko y Christian Horner. Se han obsesionado, a mi parecer, en exceso con un piloto sensacional, pero han dejado escapar oportunidades de oro por cuidarlo con demasiado mimo. Sainz ha sido uno de esos eliminados por el camino. No obstante, el madrileño ha creado interés en otras escuderías y ha sabido bien jugar sus cartas. Otros sacrificados por la marca no han tenido tanta suerte, como escribe nuestro Raymond Blancafort.

Así, Albon es una nueva esperanza y quizás la última. Toda la presión va a recaer sobre él hasta la bandera a cuadros en Abu Dabi. Por ahora, no ha cometido muchos errores. Pero lo mismo dijimos con Gasly hace un año y miren dónde hemos acabado. De perdidos al río, pero si el río se queda sin caudal, habrá que recargarlo con agua fresca de un afluente externo. Todo ello se verá en una segunda mitad de temporada que promete ser de lo más interesante fuera de la pista.