Honda e:Ny1

El Honda e:Ny1 es el segundo coche eléctrico de Honda para el mercado europeo y la primera propuesta con vocación de superventas, toda vez que su primer vehículo –el Honda e– era más un objeto de deseo, icónico y simbólico, que una opción racional.

En este sentido, el e:Ny1 tiene cosas de las que presumir. En primera instancia, que sus 412 kilómetros de autonomía son un gran salto respecto a los 220 kilómetros que acreditaba el Honda e en su debut. El segundo, la practicidad de su interior, que lo convierte en un producto mucho más adecuado para el mercado.

Aun así, es imposible obviar que los números del e:Ny1 no son los mejores de su industria. Y eso, de entrada, ya lo convierte en una opción atrevida para el cliente en potencia.

Su batería es pequeña –68,8 kilovatios hora–. Eso no tendría por qué ser malo si se viera reflejado en el precio –a menos batería, precio más barato–, pero no es así. De hecho, el Honda e:Ny1 supera el umbral de los 50.000 euros, tanto o más que algunos de sus rivales directos.

Otro punto negativo es la potencia de carga, que está limitada a 78 kilovatios. Desde Honda explican que es para preservar la durabilidad de la batería, pero eso no se refleja en una garantía mejor que la de la competencia –70% al cabo de 8 años– y repercute en cambio en los tiempos de carga, que obviamente son más lentos que los de sus rivales.

En orden de marcha, el Honda e:Ny1 nos deja sensaciones encontradas en dos situaciones concretas: el uso de la frenada regenerativa y el aislamiento acústico del interior.

La frenada regenerativa no es especialmente fuerte. Tenemos levas detrás del volante para modularla en tres niveles de intensidad, pero echamos en falta algo más de intensidad para circular con un solo pedal con confort y seguridad. Del mismo modo, cuando levantamos el pie del acelerador, el e:Ny1 siempre frena ligeramente independientemente de la configuración de la frenada regenerativa. Incluso en el modo más leve, que debería permitirnos fluir, vemos cómo el freno motor entra en acción sin que nosotros podamos hacer nada a cambio. Un tercer punto a mejorar es que, por defecto, la frenada regenerativa tiende a resetearse al cabo de unos pocos segundos, lo cual puede obligar a configurarla manualmente en cada curva.

El aislamiento acústico del interior es perfecto en entorno urbano y carreteras secundarias, pero deja algo que desear a velocidades de autopista. Cuando superamos los 110 kilómetros/hora, el sonido del motor eléctrico es claramente audible desde la cabina. A 120 kilómetros/hora, su agudez e intensidad hacen que sea incluso un punto molesto. Ciertamente, la perspectiva de hacer un viaje largo por autopista no se intuye demasiado agradable, precisamente porque echamos en falta el silencio que uno esperaría de un vehículo de estas características.

Todo lo anterior, combinado con unas prestaciones que lo dejan en inferioridad de condiciones frente a sus rivales directos, hacen pensar que el Honda e:Ny1 tendrá un debut comercial difícil en España. Y es que, por más que el coche tiene puntos fuertes, tiene una serie de puntos negativos que lo hacen desaconsejable, precisamente porque no sale bien parado de la comparación con sus compañeros de segmento.

En clave positiva, destaca la introducción de una gran pantalla vertical táctil de 15,1 pulgadas que centraliza el sistema de infoentretenimiento. Honda la ha compartimentado en tres secciones claramente diferenciadas para ordenar toda la información, haciéndola más accesible con el coche en marcha. Es un recurso inteligente, porque la operación con el coche en marcha es más intuitiva y ágil de lo que podría parecer.

La estética del coche, que supone una evolución clara respecto al pequeño Honda e, también deja entrever qué camino seguirán los próximos eléctricos de la marca. En ese sentido, este coche destaca por ser el primero construido sobre una nueva plataforma eléctrica. Y el comportamiento dinámico es bien satisfactorio, más allá de las problemáticas descritas anteriormente –y de que, pisando a fondo el acelerador desde parado, es muy fácil hacer deslizar los neumáticos–.

Honda explica que ha actuado sobre la entrega de potencia del e:Ny1 para suavizar el par instantáneo característico de los eléctricos, acercándolo así a una aceleración más progresiva y menos brusca para el cuerpo. Aunque es así, la aceleración sigue siendo más fuerte que en los coches de combustión. Otros eléctricos, como el Mercedes-Benz EQB, son capaces de ‘disimular’ el par instantáneo de una forma mucho más eficaz.

Las calidades del interior son agradables, aunque quizá poco sorprendentes para un coche que supera los 50.000 euros. El túnel central y el reposabrazos de las puertas delanteras están cubiertos en piano black, lo cual resulta estético en las fotografías de prensa pero puede derivar en problemas de suciedad en un uso cuotidiano. El techo panorámico se extiende hasta las filas traseras, aunque no es continuo: el pilar B establece una separación clara. La parte trasera puede hacerse opaca o transparente con dos placas desmontables. Una solución práctica por razones de espacio, pero que suscita preguntas: ¿dónde las guardas en caso de querer abrir el techo con el coche en marcha?

Por todo lo anterior, el Honda e:Ny1 es un coche eléctrico muy agradable de conducir con una serie de problemas fundamentales imposibles de obviar –batería pequeña, carga lenta, precio caro– que le complicarán mucho encontrar un sitio en el mercado. Aun así, éste es el segundo de los 30 vehículos completamente eléctricos que Honda quiere introducir antes de finales de década. Es un paso en la buena dirección, pero vendrán mejores.