Historia de los logotipos V: Japón

Concentrados en ofrecer productos con la mejor relación calidad-precio del mercado, sencillos, asequibles, polivalentes y dirigidos a las necesidades más primitivas del cliente en cualquier región del globo terráqueo, los automóviles japoneses florecieron mucho más tarde que en Europa o América pues, aunque tengamos la idea preconcebida de que Japón es una nación ultratecnológica, hasta la Segunda Guerra Mundial era una sociedad eminentemente agrícola. No obstante, su evolución fue mucho más rápida que en occidente y vio nacer a un mayor número de empresas. ¿Preparados para conocer el significado de sus emblemas?

HONDA: DE MENOS A MÁS

A decir verdad, Honda es una de esas firmas que no esconden muchos secretos tras su logotipo para automóviles –el de motocicletas y el de aviones son diferentes–, pues se trata de una simple hache inicial. Sin embargo, el hecho de que la parte superior de esta consonante sea mayor que su parte inferior no es otra cosa que un sutil guiño a la filosofía de la compañía: ir "de menos a más" –y con el color rojizo de la bandera japonesa como fondo, claro–. Relativamente moderna, pues fue fundada en 1948 por Sohichiro Honda y Takeo Fujisawa, este fabricante originario de Hamamatsu siempre ha tenido una máxima en su cultura organizativa, que es crear productos sencillos de usar y que estén al servicio de las personas, de manera que evolucionen a la par con la sociedad en la que coexisten. Con todo, Honda creó el primer robot humanoide en el año 2000, de forma que no deja de ser una empresa disruptiva y comprometida con la innovación.

INFINITI: LA ETERNA CARRETERA

Si existe un fabricante de turismos con un volumen de ventas considerable a escala global pero con poco más de un cuarto de siglo de historia, sin duda es Infiniti, que comercializa sus coches desde 1990 en Estados Unidos, es decir, 18 años antes que en Europa. Como "allá donde fueres, haz lo que vieres", Nissan Motor Company no quiso quedarse atrás en la lucha entre nipones por el mercado norteamericano durante la última década del siglo pasado tras observar la estrategia de Honda y Toyota con Acura y Lexus respectivamente. De este modo, Infiniti nació como el máximo exponente de la magnificencia de Nissan, tanto en términos tecnológicos como de calidad, y sobre sus productos se estampó una insignia compuesta por una elipse quebrada en el centro por una mueca triangular que indica una carretera infinita hacia el mismo Sol naciente que presenta el logotipo de su compañía matriz. Actualmente, su sede está en Hong Kong.

LEXUS: SUMA PERFECCIÓN

La denominación de esta joven marca, escogida por Toyota Motor Corporation para competir contra Audi, Mercedes, BMW, Volvo, Jaguar, Lincoln o Cadillac en el segmento Premium del mercado automovilístico a partir de 1989, sugiere el término "luxury", que en castellano se traduce como "lujo". Al mismo tiempo, Lexus, creada a partir del concepto de firma de prestigio que inició Honda con Acura tres años antes y que más adelante continuaría Nissan con Infiniti, nace del acrónimo "Luxury Export United States", ya que en sus inicios los modelos de esta casa eran productos Toyota de alto standing en Japón que se vendían como Lexus en Norteamérica y poco después en Europa. En cuanto a su emblema, hay poco misterio: una ele capital en cursiva a 60 grados y cromada que insinúa, más que alta calidad, suma perfección.

MAZDA: ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA

Aunque se suele decir que el nombre de esta marca procede del apellido de su fundador, Jujiro Matsuda, en realidad se trata del seudónimo por el que se conoce en Oriente Próximo a la máxima divinidad del Zoroastrismo, es decir, Ahura Mazda. En sus comienzos, dígase de 1936, el logotipo de Mazda presentaba una triple eme alargada que figuraba las iniciales de la compañía, Mazda Motor Manufacturer, al mismo tiempo que simbolizaba las montañas de Hiroshima, ciudad de donde procede esta firma, y dos alas parecidas a las del susodicho dios. Con el paso de las décadas, este emblema ha cambiado drásticamente y sus modificaciones no han estado exentas de polémica, especialmente en los años 90, cuando se escogió un símbolo demasiado parecido al de Renault. Actualmente, su logotipo representa una eme que planea cual gaviota, ya que Hiroshima también es conocida por su costa y los coches de Mazda suelen ser ligeros.

MITSUBISHI: ORIGEN SAMURÁI

Ni automóviles, ni camiones, ni electrodomésticos. Mitsubishi empezó su andadura industrial a finales del siglo XIX en el sector del transporte marítimo, desde donde luego se expandió a otras áreas, liderando la modernización de Japón –de ahí que se crea que su logotipo es la hélice de un barco–. Fundada por el descendiente de una familia samurái, el nombre de este reconocido fabricante deriva de las palabras "tres" –mitsu– y "castaña de agua" –hishi–, un fruto triangular propio de la Trapa bicornis, planta originaria de Asia. Este hombre tan visionario, llamado Yataro Iwasaki, fusionó en el emblema de su compañía los escudos familiares de su apellido –las mencionadas castañas– y los Yamauchi –tres hojas en forma de diamante–, señores de Tosa, provincia nipona en la que nació, conformando así el símbolo que hoy conocemos generalmente en color escarlata.

NISSAN: UN NACIENTE SOL INDUSTRIAL

Yoshisuke Aikawa, padre de este inmenso fabricante, a diferencia de los líderes de otras conocidas y reputadas marcas del sector automotriz, evitó utilizar su nombre para dar a conocer los productos de su empresa, de forma que vinculó la imagen de Nissan al desarrollo de la industria japonesa. Antes de 1933, año de su fundación, Datsun fue el embrión de Nissan, que fue creada como un gigantesco conglomerado fabril a partir de la primera compañía y la reproducción de los procesos de fabricación americanos evolucionados a partir del fordismo. El emblema moderno de la casa más famosa de Yokohama y, sin duda, la verdadera revolucionaria de la movilidad en el noreste asiático, se inspira en el legendario Sol naciente japonés que da gloria al archipiélago homónimo, aunque antes de 1982 se caracterizaba por distintas tipografías enmarcadas siempre por el mismo rectángulo de proporciones 4x1.

SUBARU: LAS ESTRELLAS DE FUJI

Además de Mitsubishi o Nissan, en Japón existen otras marcas de turismos que pertenecen a grandes complejos empresariales centrados en la siderurgia, la tecnología y el transporte. Es el caso de Subaru, una de las múltiples compañías de Fuji Heavy Industries, pero seguramente la más célebre de todas ellas desde su creación en los años 50. Hermanada con Toyota, con la que mantiene una alianza estratégica desde hace más de una década –cuenta con el 16,5% de las acciones de Subaru–, esta firma cuenta con un emblema muy característico. Concretamente, se trata de un bosquejo de las Pléyades, conjunto de astros pertenecientes a la constelación Tauro muy mencionados en varias obras de la literatura clásica nipona porque, dato singular, FHI se creó precisamente a partir de la unión de seis compañías. Con el tiempo, este signo sólo ha cambiado la disposición y el tamaño de estas estrellas o el color de su fondo.

SUZUKI: ORGULLO NIPÓN

La insignia de Suzuki –firma que, como Honda, también destaca en el mundo de las dos ruedas y en el náutico– no encierra demasiados enigmas, pues simboliza la inicial de su alias con recodos que imitan el tejado de una vivienda tradicional japonesa, pero su historia no tiene desperdicio. Michio Suzuki emprendió su propio proyecto de negocio en 1909 con el fin de construir telares industriales aprovechando la inercia del estallido industrial en Japón. Dos décadas después y en vistas de la crisis que se adivinaba en el sector textil oriental, la compañía se reconvirtió abriendo una línea de producción de automóviles que tendría su punto álgido en 1955, pues fue el periodo a partir del cual popularizó el concepto de "kei car" o la categoría fiscal de microcoches, con las mayores reducciones en impuestos y seguros de Japón, que planteaba una alternativa más segura y práctica a la motocicleta que se popularizó tras la Segunda Guerra Mundial.

TOYOTA: CLIENTE, PRODUCTO Y GLOBALIZACIÓN

En sus orígenes, esta empresa se llamó Toyoda por el apellido de su creador. No obstante, el significado de esta palabra en japonés, "campo de arroz fértil" no era el más apropiado para una compañía automovilística, de forma que se decidió cambiar la letra D por otra T, obteniendo un término propio, sin sentido representativo y para escribir el cual eran necesarios ocho caracteres del alfabeto japonés, número de la buena suerte en gran parte de oriente, región del planeta especialmente supersticiosa. En cuanto al logotipo, curiosamente el primero de 1936, se sometió a un concurso en el que participaron más de 25.000 propuestas, si bien el ganador no duró mucho tiempo estampado sobre los coches. Al igual que otras firmas, este emblema ha cambiado mucho a lo largo del tiempo, aunque quizás el más bonito sea el actual: tres elipses que, además de formar una T rodeada, simbolizan el cliente, el producto y la globalización.

OTRAS FIRMAS VIGENTES DE LA REGIÓN

Otras empresas automovilísticas naturales de Japón especialmente relevantes podrían ser Acura, que lideró la penetración de las marcas niponas de lujo de nueva creación en Estados Unidos cuando este era el mayor mercado automovilístico del planeta antes de la explosión de China, o Daihatsu, el fabricante de Osaka focalizado en su mercado doméstico y en la producción de automóviles económicos, aunque ninguna de las dos se comercializa en España y sus logotipos también son considerablemente sencillos –iniciales con diseños de raíces inciertas–: la A de Acura evoca la H de Honda, su matriz, mientras que la D de Daihatsu reproduce un ala delta, símil a la ligereza.

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