Cinco coches que inicialmente eran muy diferentes respecto a la serie

El diseño en la automoción es algo muy serio. Los actuales equipos que se encargan de esta tarea tienen que realizar una ardua labor: compaginar una estética bonita, con una buena eficiencia aerodinámica y que además cumpla con los estándares de homologación y seguridad pertinentes. Si además de ello el diseño se ajusta al lenguaje propio de la marca, el equipo puede darse por más que satisfecho.

Por ello, estos departamentos y las casas de diseño no crean únicamente un boceto del coche, sino varios, experimentan con distintos enfoques hasta que, finalmente, hay un elegido que es el que se lleva a la serie. A veces, estos bocetos llegan incluso a fabricarse a escala real antes de ser desechados, ya sea en arcilla o como una maqueta corriente.

Otros también pueden sufrir cambios drásticos antes de su llegada a la serie, sea por consignas dadas desde la cúpula, por los movimientos y modas del mercado o porque el proyecto no es viable de llevar a la serie a la escala presentada. Sea como fuere, aquí listamos una selección de coches que, a su llegada a la serie, cambiaron en gran medida de concepto o estética con respecto a su primera presentación.

KIA STINGER GT4

En el Salón de Detroit de 2014, Kia presentó un concept car bastante alejado a sus estándares, el Stinger GT4, un coupé deportivo en configuración 2+2 de aspecto muy dinámico. Con ópticas verticales, un largo capó con el habitáculo retrasado y una zaga corta, se alejaba de lo que la gente pensaba cuando oía ''Kia''.

¿Un rival coreano para Audi TT o Porsche Cayman? La cuestión es que el diseño gustó, y debajo del capó equipaba una mecánica de 2.0 litros turboalimentada y nada menos que 315 caballos. La transmisión además era manual, de seis velocidades y a las ruedas posteriores, ¿se podía pedir más?

Finalmente, el modelo denominado ''Stinger'' que llegó al mercado fue radicalmente diferente. Un turismo de cinco puertas rival de modelos como Audi A5 Sportback o BMW Serie 4 Gran Coupé. Eso sí, el carácter deportivo permaneció, con ofertas de motores de hasta 366 caballos y también con opción a contar con tracción trasera.

OPEL INSIGNIA

¿Un Opel rival para berlinas de lujo como el Mercedes Clase S o el BMW Serie 7? ¿Tal vez incluso para Maybach o Bentley? Así se presentaba por vez primera el Opel Insignia en el Salón de Frankfurt de 2003. Con un motor V8 de Corvette, transmisión automática de siete velocidades a las ruedas traseras y suspensión neumática, aspiraba a representar el mayor lujo de la marca de Rüsselsheim.

El exterior era imponente, con unas puertas traseras correderas de accionamiento automático. Todas las luces hacían uso de la última tecnología de ledes con hasta 405 diodos repartidos por todo el coche. La puntilla la ponían unas inmensas llantas de 21 pulgadas.

El interior respiraba todavía más glamour, con un cuero de color tabaco, inserciones de madera y acabados en aluminio satinado. Contaba con iluminación mediante ledes, reproductor de DVD e incluso espacio para guardar una botella de champán y dos copas.

Finalmente, el Insignia que llegó al mercado se quedó unos pasos atrás. Llegó en 2008 para sustituir tanto al Vectra como al Signum, en forma de turismo convencional para el Segmento D.

FORD GHIA FOCUS

Giorgetto Giugiario lo calificó como ''una obra de arte'' aunque, como bien dice su nombre, los responsables de su diseño fueron los estudios Ghia de Turín. La premisa era crear un coche que aunara la tecnología de última generación con el arte tradicional.

Este biplaza usaba la base de chasis y motor del Escort RS Cosworth, con su motor de 2.0 litros y 230 caballos y tracción a las cuatro ruedas. Sobre él se fabricó una escultural carrocería de fibra de vidrio que permitía dejar el peso del conjunto en solo 950 kilos. Tenía elementos prácticos, como una barra metálica que rodeaba el lateral para proteger la carrocería de los impactos.

Al contrario que muchos ejercicios de diseño, Ford lo mantuvo intacto hasta que en junio de 2002, diez años después de su presentación, lo subastó en un acto benéfico por un valor de un millón de dólares –1.300.000 euros al cambio actual–. Ni que decir tiene que no se relaciona en nada con el compacto que se presentó en 1998, salvo por el nombre. Nombre que, por cierto, se decidió en el ultimísimo momento, aunque esa es otra historia.

LAMBORGHINI CALÀ-GALLARDO

Presentado en el marco del Salón de Ginebra de 1995, el Lamborghini/Italdesign Calà se mostraba como un posible modelo de acceso a la firma del toro, por debajo del visceral Diablo. Sus líneas fluidas y su techo targa recibieron buenas críticas y a punto estuvo de entrar en producción, no obstante, Audi tomo las riendas y el proyecto se canceló en busca del reemplazo del Diablo.

Sin embargo la idea no se desechó del todo y, cuando llegó el momento de crear un 'baby Lambo' –Gallardo– , aunque en el terreno estético el proyecto ya estaba desfasado, mecánicamente presentaban grandes similitudes. Equipaba un motor V10 de 400 caballos en posición central bajo una carrocería de fibra de carbono montada sobre un chasis de aluminio.

El único prototipo existente era plenamente funcional y pudo ser probado en carretera abierta por personal de la marca y periodistas. Actualmente el ejemplar es parte del museo de Lamborghini, en Sant’Agata, Italia.

RENAULT KOLEOS

Antes de llegar al mercado en el año 2007, El prototipo del Koleos presentado en 1999 ya presentaba ciertos rasgos de SUV a pesar de estar pensado para ser un monovolumen con todas las de la ley, el segmento de moda por aquel entonces. Era, en cierta manera, un crossover de grandes dimensiones que adelantaba la moda que estallaría unos años después.

El prototipo equipaba una enormes llantas de 21 pulgadas y una suspensión neumática capaz de alzar la carrocería en 10 centímetros para afrontar terrenos más escarpados. Pero no solo adelantaba la moda por la estética SUV, sino que en la parte mecánica equipaba a su vez un motor eléctrico de 40 caballos sobre el eje trasero que complementaba al térmico de 170 caballos que impulsaba al delantero, lo que lo convertía en un híbrido.

¿Clarividencia? Parece indudable que Renault entendía lo que estaba por venir casi con 20 años de antelación. Finalmente, el Koleos llegó al mercado como un SUV auténtico, fabricado en la planta de Busán, Corea del Sur. Actualmente en su segunda generación, la primera todavía se vende en mercados asiáticos.