ARTÍCULOS SOYMOTOR.COM

La semana que vivimos 'peligrosamente': en un futuro lejano

Sam
29/06/2017 08:51

Eso es lo que afirmó recientemente Kimi Räikkönen con su tono habitual, precisando la importancia respecto a dar prioridad siempre al resultado para el equipo, en vez de anteponer los intereses propios, aunque a veces pueda doler e incluso no ser del todo justo de tocarle normalmente a él.

El finlandés exponía de entrada, que esta temporada en cada carrera se libran batallas muy apretadas en la parte alta del pelotón y ve dificil imaginar qué puede ocurrir al final del año. Respecto a lo vivido en primera persona dijo: "Es verdad que no he tenido demasiada suerte, pero lamentablemente son cosas que ocurren y no dependen de mí, hay veces que las cosas van mal". Seguidamente Räikkönen habló sobre el funcionamiento interno de la Scuderia de esta manera: "Tenemos unas reglas muy claras en el equipo, sabemos lo que quieren que hagamos y nosotros nos movemos por esas normas". Finalmente Räikkönen confesaba: "Así ha sido siempre en los equipos en los que he estado, no tuve problemas en el pasado, si Vettel gana y yo no tengo la oportunidad de ganar, así son las cosas. Lo más importante es trabajar para Ferrari y ponernos en la mejor posición posible. Vettel ha sido muy fuerte, yo no, así son las carreras". Como siempre Iceman hablando claro, mucho.

Hablando de la próxima temporada, respecto al futuro de Räikkönen en Ferrari, lo cierto es que su plaza en la Scuderia es de las más codiciadas del paddock. Y como por el momento el finlandés no ha renovado su contrato, se rumorea que uno de los posibles candidatos a sustituirle podría ser Max Verstappen, ávido de tener un coche que opte a la victoria carrera tras carrera. Pero el mayor escollo sería la oposición total de Helmut Marko, que recientemente dejó claro que en Red Bull, los contratos los zanja solo el equipo y no los pilotos. Sin embargo un periodista de Sky Sports F1, Ted Kravitz, elucubraba recientemente: "Si Verstappen recibe un mensaje de Ferrari que le dice 'te queremos como compañero de Vettel el año que viene, tú acepta y nos encargamos del contrato', no dudará en aceptar". Seguro que de ser así por parte de Verstappen, encantado de tal ofrecimiento, pero Marko es Marko y no le veo 'cediendo' a su joven diamante sin oponer una férrea y numantina resistencia.

También Sebastian Vettel finaliza contrato este año con Ferrari, pero el alemán, por el momento, sólo quiere centrarse en la pugna con Lewis Hamilton por el liderazgo del Campeonato del Mundo, con vistas a conseguir su quinta corona al concluir la temporada. "Ahora mismo estamos en un momento muy ajetreado de la temporada, con muchas carreras en muy poco tiempo. Creo que quizás en verano tengamos algo más de tiempo", confesaba el alemán respecto a plantearse y quizás firmar su renovación por los de Maranello. Seguidamente dijo que se sentía cómodo en la Scuderia, además de añadir que estaban "trabajando bien y las cosas están saliendo. Creo que mucho ha ocurrido desde que me uní al equipo. Este es un año importante para nosotros y empezamos a ver algunos resultados que intentamos tener desde hacía tiempo. Espero que esto sea sólo el principio, queda mucho por llegar". Quizás en el GP de Italia, algo se anuncie.

Puede que esa ansia que acumula Vettel respecto a vencer sin descanso, fuera lo que propició el roce, literal y lateralmente, con el monoplaza de Hamilton en Bakú con el coche de seguridad en pista. Pronto se formaron dos bandos que defendían la postura de cada uno de los pilotos. "Si hacemos eso en carretera, nos arrestan", clamó rápidamente el expiloto y campeón británico Damon Hill. Luego Vettel quitaba hierro al asunto al confesar: "Simplemente me puse a su lado y levanté la mano. Quise dejarle claro que lo que había hecho no era correcto", obteniendo de paso el apoyo de Alberto Antonini, portavoz jefe de Ferrari, al añadir éste: "Todos vimos lo sucedido. Hamilton iba innecesariamente lento, por lo que Vettel no es culpable". Finalmente Maurizio Arrivabene zanjó el asunto así: "No queremos quejarnos porque no actuamos así. Y Lauda puede decir lo que quiera. Nosotros vamos a seguir callados, centrados en nuestro trabajo". Esto traerá ríos de tinta en los próximos días sin duda.

Evidentemente el que pronto contribuyó al aumento del cauce fluvial, fue Niki Lauda como presidente no ejecutivo de los de Brackley, al declarar en un tono muy bronco: "Normalmente Vettel es un tipo decente. No comprendo nada. Está loco. Hamilton le golpeará un día, pero no con el coche, sino con su puño". Anteriormente el austriaco había descrito la situación de esta forma: "Vettel perdió los papeles. Cuando golpeas a alguien por detrás, la culpa es tuya. No hay duda, pero luego ponerse a su lado y golpearle a propósito, nunca había visto nada igual. Hacer eso no lo entiendo". Mientras tanto Vettel se escudaba en que Hamilton se recreó demasiado en sus pruebas de frenos mientras el segundo SC estaba sobre el asfalto y como ‘vendetta’ entonces vino el toque lateral del teutón a Hamilton. En mi opinión, el primero pudo ralentizarlo todo en exceso, pero el segundo se pasó y sobrepasó.

Quien dio toda una lección de buen pilotaje fue Valtteri Bottas, puesto que nada más apagarse el semáforo y tras el incidente con Räikkönen, todo parecía perdido. Pero luego los avatares de la carrera, le abrieron poco a poco las esperanzas. "El primer coche de seguridad fue muy largo y tuve que esperar para adelantar a los líderes. Estuve todo el rato pidiendo permiso y me lo dieron una vez creyeron que la pista estaba limpia, peor algo tarde". Esto hizo que el finlandés no lograse llegar a cola del entonces pelotón, aunque la fortuna hizo que apareciese el segundo coche de seguridad. Luego giro a giro, más la bandera roja, además de las sanciones a cumplir por algunos en boxes, hicieron que Bottas llegase hasta la trasera de Lance Stroll. "El equipo me dijo la distancia que me llevaba Stroll. Entonces, me centré en cada curva de cada vuelta para que fuese perfecta y así darlo todo", confesó Bottas, muy satisfecho por su segunda plaza in extremis sobre la línea de meta. En suma, genial.