GP DE PORTUGAL F1 2021

Mercedes abrió el grifo

03/05/2021 12:40

Mercedes empezó la temporada adjudicándose automáticamente un papel 'secundario', con una serie de alabanzas hacia Red Bull y Honda para otorgarles el estatus de favoritos. Pero ya sabemos que a los integrantes de la marca de la estrella les encanta ir de 'lobo con piel de cordero', y en el GP de Portugal dieron muestras de lo que tienen 'escondido'.

Empecemos por el principio. Pocos podían imaginar que, con el coche tan dominante que tenían el año pasado y con un reglamento tan continuista –buena parte de los bólidos estaba congelada–, Mercedes sufriría tanto en unos test de pretemporada que vieron cómo Red Bull e incluso AlphaTauri asombraban al mundo con su rendimiento. Los Honda volaban.

Sin embargo, desde los test de pretemporada hasta el GP de Baréin pasaron de estar en 'ninguna parte' a llevarse la primera victoria del año. Sí, es cierto que Max Verstappen hizo la Pole por casi cuatro décimas y pudo haber ganado aquel domingo, pero Hamilton tenía un ritmo similar en carrera y la estrategia fue determinante.

Los de Brackley seguían con un discurso muy definido: Red Bull estaba claramente por delante… pero en Imola llegó la primera Pole para Mercedes. Y, de no ser por un error de Lewis Hamilton –de los que no suele cometer–, a buen seguro hubiese estado en la pelea por la victoria hasta el final de la carrera ante Verstappen.

Lo que más llamaba la atención es que el déficit de Mercedes residía en la estabilidad de la parte trasera del monoplaza. Esto hizo que Verstappen sacase 'un mundo' a Hamilton y Bottas en la frenada de la curva 10 de Baréin, por ejemplo. En Imola también hay frenadas parecidas, como en la Variante Villeneuve o en Acque Minerali, ¿ya no estaban tan mal?

De estar a casi cuatro décimas en Baréin –incluso más lejos en los test– a hacer la Pole en Imola. El campeonato desembarcaba entonces en Portimão, donde una trasera estable es fundamental para buscar tiempos: la curva 4, la frenada de la 8 y la 11 –en apoyo–… y sobre todo la complicadísima curva 14, en la que tantos trompos hubo el año pasado.

Entonces, ¡magia! Pole para Valtteri Bottas, quien había estado casi 'desaparecido' en los dos primeros Grandes Premios. Además, Lewis Hamilton clasificó segundo, lo que hizo a Mercedes cosechar su primer doblete en clasificación desde que lo hiciera en el GP de Sakhir de la pasada temporada. ¿No estaba Red Bull muy por delante?

Pero lo que de verdad dio 'miedo' fue el rendimiento de Mercedes en la Q2, cuando realmente abrieron el grifo. De ahí viene el titular de este artículo. Después de una pelea ajustada en los entrenamientos libres, Hamilton se sacó de la chistera un tiempo de 1'17''968 con neumáticos medios que hizo temblar a todo el 'paddock' de la Fórmula 1.

Fue en ese primer intento de la Q2, con los Mercedes y los Red Bull en pista al mismo tiempo, cuando Hamilton demostró lo que tiene guardado. Bottas sólo pudo hacer un 1'18''458 y Verstappen se quedó en 1'19''099, ¡a más de un segundo! Max, de hecho, tuvo que hacer un segundo intento con ese juego de gomas y sólo mejoró hasta 1'18''650.

Quizás en el seno de Mercedes pensaron que los de la marca de bebidas energéticas tenían algo más en el bolsillo y por eso sacaron su artillería en Q2. Quizás, y sólo quizás, para la Q3 volvieron a 'esconderse' –Bottas hizo la Pole con un tiempo de 1'18''348 con blandos– para volver a ese papel de lobo con piel de cordero.

Sí, también es cierto que las condiciones en la Q3 fueron más complicadas que las de la sesión anterior y que muchos pilotos no lograron mejorar. Pero Bottas sí lo hizo: pasó de un 1'18''458 en Q2 a un 1'18''348 en Q3; Hamilton, por su parte, perdió casi cuatro décimas de la Q2 a la Q3 pese a llevar un neumático más blando en la sesión definitiva.

Por todas estas razones sigo sin creerme que Red Bull esté por delante de Mercedes. Además, este tipo de 'teatro' no sería algo nuevo para ellos, pues ya lo hicieron en 2014 por miedo a un cambio de reglamento debido a su insultante superioridad, según confirmó el propio Paddy Lowe. Veremos qué ocurre en España.