Charles Leclerc: una vida de éxitos y tragedias

El piloto monegasco comenzó en este mundo a una edad muy temprana, con sólo cuatro años, teniendo varios profesores de lujo, como su padre, que compitió en la década de los '90, y uno de sus mejores amigos de la infancia, Jules Bianchi.

Tanto Leclerc como Bianchi se convirtieron en inseparables dentro y fuera de la pista, hasta el punto de fingir estar enfermos para no asistir a clase y poder practicar su verdadera pasión: el automovilismo.

"Le decía a mi padre que estaba muy enfermo para ir al colegio, para hacerle que me llevase al karting. Yo pilotaba hasta que me quedaba sin combustible y, de camino a casa, le decía: 'Esto es lo que quiero hacer'", señaló Leclerc en un vídeo repasando su trayectoria para la web oficial de la Fórmula 1.

Así, el nuevo piloto de Alfa Romeo Sauber fue quemando etapas, para lograr su primera victoria a los siete años y pasar a marcar una época de dominio en el karting, siempre teniendo en cuenta los consejos de Jules Bianchi. Pero la vida le arrebataría dos de sus pilares más preciados. Al fallecimiento de Bianchi en aquel horroroso accidente durante el Gran Premio de Japón 2014 se sumaría la de su padre, justo antes de su carrera –con victoria– en Bakú del año pasado.

"Nunca lo he superado, quizás nunca lo haré. Pero nunca tuve dudas sobre continuar. Todo lo que siempre he querido ha sido correr", agregó el monegasco.

Sin embargo, coincidencias del destino, Ferrari se fijó en 'Monsieur' Leclerc, al igual que unos años antes lo hizo con su amigo Bianchi, para ser la punta de lanza de su Academia de Pilotos. Tanto es así, que el monegasco dominó la GP3 y la F2 con mano de hierro antes de dar el salto a la máxima categoría.

"Cuando terminaba segundo, mi padre no era el más feliz, así que me centré en las victorias. Sólo me vale ganar, para asegurarme de que él aún sonríe. Mi padre y Jules siempre me enseñaron a mantener los pies en el suelo y a no parar de esforzarme. Creo que ellos estarían orgullosos viéndome ahora", expresó para concluir.

El fin de semana pasado, Leclerc cuajó un debut prometedor en el Gran Premio de Australia. No pudo demostrar en demasía sus dotes debido al pobre rendimiento del C37, pero se las apañó para finalizar por delante del Williams de Lance Stroll y del Toro Rosso de Brendon Hartley.

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