¿Último año en F1? Latifi se defiende con una Q3 en Silverstone

El piloto canadiense, de 27 años, admitió que su futuro está en juego tras unos resultados este 2022 por debajo de las expectativas que él mismo juzga decepcionantes, pero esto fue el jueves por la tarde. El viernes las cosas seguían igual… y en la clasificación pareció que cambiaban muchas cosas.

"Si nos atenemos a los resultados, es justo preguntarse si estaré aquí el próximo año, si seguiré en F1. Pero asimismo hay muchas posibilidades de que siga en Williams", ha señalado el piloto. No imaginaba entonces que, bajo la lluvia, sin las últimas evoluciones en su Williams, iba a meterse en la Q3.

En el paddock se habla del interés de Alpine por colocar a Oscar Piastri en Williams, una forma de mantener el control sobre el prometedor australiano, a quien podría perder si no lo sube a la Fórmula 1.

Lo que parece claro es que Williams no va a prescindir así como así de Alex Albon, el hombre que le da los mejores resultados. Pero Nicholas Latifi no está por escuchar rumores.

"Si tuviéramos que fiarnos de lo que se dice, mi temporada se habría acabado con el Gran Premio de Montreal. Ahora debería estar en casa en lugar de en ilverstone. Pero los rumores y las críticas forman parte de este juego, aunque yo me atengo a los hechos", ha insistido.

Entre 2018 y 2019 Latifi participó en una decena de sesiones de Libres 1. Su debut en F1 fue en 2020. Hasta la fecha ha disputado 48 Grandes Premios y ha obtenido un total de siete puntos. Este año su mejor clasificación ha sido la 18ª posición, mientras que su mejor resultado en carrera ha sido 14º. El equipo sólo ha conseguido tres puntos en 2022, gracias a Alex Albon.

Sólo una vez antes se había metido en la Q3. Fue el año pasado en Spa, aquel GP 'de la vergüenza', dos vueltas tras el coche de seguridad. En la clasificación con la pista todavía mojada, Nicholas terminó en décima posición. Sólo en otras cinco ocasiones ha conseguido meterse en la Q2. Parece que se siente 'como pez en el agua' cuando llueve.

Sin duda una inyección de moral, con un coche que no le inspira confianza, aunque quizás haya cambiado algo su percepción. Quizás una baza a la hora de negociar… aunque no será determinante.