Las claves del regreso del Toyota Supra

En apenas cinco años, primero con el fenomenal GT86 –ver la prueba a fondo aquí– y ahora con la reencarnación del Toyota Supra, los japoneses se han puesto las pilas y a partir de verano contarán con una gama interesante y prestacional a la que también se sumó el exclusivo y exótico Yaris GRMN de 200 caballos.

En un mundo en el que cada vez más dedos apuntan al automovilista como culpable de todos los males, es de halagar el esfuerzo de Toyota por revivir sus mitos y reverdecer sus laureles con versiones específicas para competición. 

SUGERENTE DISEÑO CON REMINISCENCIAS SUPRA

En mi opinión, Toyota ha dado en el clavo con una carrocería espectacular y moderna pero que no olvida sus orígenes. Para ello han tomado como inspiración el omnipresente Toyota 2000 GT en elementos como su perfil o la forma de las ventanillas laterales o el techo de doble burbuja. El frontal es espectacular y casi calcado al prototipo FT-1, con un morro central que enfatiza la separación con las aletas y personalmente, me recuerda ligeramente a un monoplaza.

Los pasos de rueda traseros y la zaga tienen reminiscencias de Supras anteriores, con unos pilotos horizontales y unas caderas muy ancha que resaltan la anchura del coche. Por cierto, que hablando de medidas, la altura es de sólo 1,31 metros mientras que la anchura alcanza los 1,85 metros. Será ancho, pero no tanto como para incomodar la conducción en carreteras estrechas y reviradas como las de los puertos de montaña.

CORAZÓN ALEMÁN, PUESTA A PUNTO JAPONESA 

No hay que olvidar que esto es un negocio y el lanzamiento de un nuevo modelo –por muy deportivo que sea– tiene que ser viable económicamente. Y es aquí donde encontramos una de las claves del nuevo Toyota Supra, que ha precisado de una asociación con otro fabricante para compartir costes de desarrollo y lograr el objetivo financiero. Otro ejemplo reciente es la cooperación entre Subaru y Toyota, que dio como fruto al BRZ y GT86, respectivamente.

Puede que los más puristas pusieran el grito en el cielo cuando se enteraron de que el corazón del nuevo Supra no es de origen japonés, sino que proviene de Múnich, concretamente de los cuarteles generales de BMW. En el apartado mecánico, que el nuevo BMW Z4 y el Toyota Supra sean primos hermanos es algo beneficioso para el japonés, ya que contará con los servicios del 3.0 litros turbo y 6 cilindros alemán que rinde 340 caballos y 500 Newton metro de par. Es simplemente el mejor de su clase y, además, fácilmente potenciable.

También se respeta la configuración inicial del anterior Supra mk4, con el famoso propulsor 2JZ en posición longitudinal también de seis cilindros y con una cilindrada idéntica de 3.0 litros, que gracias a su configuración biturbo rendía 320 caballos en su especificación europea –280 en ficha en Japón aunque eran más reales–. Donde no hay discusión es en el poderío prestacional del nuevo Supra, que homologa una aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora en sólo 4,1 segundos, frente a los 5,3 del Supra anterior. La velocidad máxima estará limitada a 250 kilómetros/hora, aunque podría alcanzar los 270.

La gran baza será sin duda la puesta a punto elaborada por los ingenieros japoneses en Nürburgring y otros exigentes circuitos. Frente a su hermano alemán contará también con la ventaja de una mayor rigidez gracias a su carrocería cerrada y una distribución de pesos perfecta del 50% en cada eje. Sobre esto, en cuanto caiga en nuestras manos podremos profundizar. En cualquier caso, y visto el buen resultado del Toyota GT86, no dudamos de que el nuevo Toyota Supra será una de las referencias por comportamiento de su categoría.

Algunos ejemplos del buen hacer japonés son que ambos acabados contarán de serie con diferencial autoblocante, llantas forjadas de 19 pulgadas o frenos firmados por Brembo con pinzas de cuatro pistones delante.

DIMENSIONES COMPACTAS, MÁS DE LO ESPERADO

Uno de los datos menos comentados sobre el nuevo Toyota Supra son sus reducidas dimensiones. Si bien la longitud total es de 4,38 metros, lo sorprendente es que su batalla –distancia entre ejes– es menor que la de un GT86. Este aspecto está condicionado por el desarrollo del chasis común con BMW; sin embargo, supone una gran diferencia con los Toyota Supra precedentes.

Para hacernos una idea, el nuevo Toyota Supra es 14 centímetros más corto que la anterior generación y la batalla es casi ¡10 centímetros menor! Toda una revolución en busca de un coche más ágil y deportivo.

En este sentido, Toyota cambia el paso y, frente al anterior Supra, que contaba con un enfoque más de Gran Turismo deportivo, se modifica hacia un deportivo más radical y de menores dimensiones, además de contar con una configuración estrictamente biplaza. 

A pesar de ello, no estamos ante un deportivo extremo. El punto amable lo pone un interior casi calcado al BMW, así como numerosas concesiones a la comodidad y uso diario, como asientos deportivos pero con buen mullido, suspensión regulable, modos de conducción y un numeroso equipamiento de seguridad y confort. Si bien gana en calidad de construcción, elemento como el volante no acaban de cuadrar. Mismamente el del actual GT86 nos parece mucho más apropiado.

Por último, el Toyota Supra no se puede considerar especialmente ligero. Con un peso en vacío de 1.540 kilos es muy similar al de su antecesor. Se queda lejos de modelos más ligeros como un Porsche Cayman S, que para la báscula en unos 1.385 kilos con cambio automático PDK.

258 CABALLOS Y CAMBIO MANUAL, UNA INTERESANTE VERSIÓN QUE NO LLEGARÁ A EUROPA

Poco se ha hablado del Supra más allá de su variante 3.0 turbo tope de gama. Lo cierto es que de momento será la única en ofrecerse en nuestro mercado como tope de gama del modelo. Y sólo podrá contar con cambio automático.

Sin embargo, y al igual que el BMW Z4, la plataforma también admite motores de cuatro cilindros que si ofrecerá el roadster alemán. Este propulsor 2.0 turbo también estará disponible en Japón y se puede asociar a un cambio manual. Tiene en dos niveles de potencia: 197 y 258 caballos.

Y este es otro de los aspectos que más llaman la atención del nuevo Supra: en nuestro mercado sólo estará disponible con cambio automático ZF de ocho velocidades. Un sistema muy elaborado y rápido que ya hemos podido probar en algunos BMW actuales pero que involucra menos en la conducción que su homólogo manual de seis velocidades. 

Estamos seguros que los más puristas echarán de menos el tercer pedal que, asociado a un motor más pequeño y ligero pero con 258 caballos, sería más que suficiente para disfrutar al máximo de la conducción. Además, el motor más pequeño y el cambio manual supondrían un ahorro de peso de unos 100 kilos, que nunca vienen mal.

Lo cierto es que Toyota, a diferencia del BMW que ofrece tres niveles de potencia para su Z4, sólo contempla al nuevo Supra como lo mejor de lo mejor, de ahí la única opción en Europa, al menos de momento. El precio estará entre los 50-55.000 euros según la versión y tendrá que hacer frente a duros rivales como el Porsche Cayman, el Alpine A110 o el Nissan 370Z Nismo.

UN REPASO A LA ICÓNICA SAGA SUPRA

• Supra A40 (1978-1981): el primero de la historia

El comienzo de la saga es cuanto menos singular. Toyota tomó la base del Celica al que alargó el chasis y lo equipó con un motor de 6 cilindros en línea de 2.8 litros y 116 caballos para crear el Toyota Celica Supra A40 a finales de los setenta. Su concepción fue más bien burguesa, con destacados avances en seguridad y confort y unas prestaciones discretas: los 100 kilómetros/hora llegaban tras 10,2 segundos. Todo ello con una configuración de tracción trasera y cambio manual de cinco velocidades.

• Supra A60 (1982-1985): faros escamoteables y más potencia

A principios de los ochenta se estrenó la segunda generación, que siempre será recordada por sus inconfundibles faros escamoteables. Todavía continuaba siendo una versión mejorada del Celica, si bien ahora contaba con neumáticos más anchos, soluciones aerodinámicas específicas y un motor revisado que alcanzaba los 161 caballos. Su mayor potencia lo hacia bastante más rápido que su predecesor y aceleraba de 0 a 100 kilómetros/hora en 8,4 segundos, una muy buena cifra para su época.

• Supra A70 (1986-1993): la llegada del turbo

La revolución llegó de la mano de la sobrealimentación, lo que unido a una cilindrada de 3 litros, llevó a la tercera generación del Supra hasta los 232 caballos. Pensado para lograr unas excelentes prestaciones y rendimiento, el nuevo deportivo japonés añadía soluciones muy avanzadas como amortiguación ajustable electrónicamente o admisión variable. Su imagen fue también renovada, con una zaga distinta, mientras que el frontal mantenía los faros abatibles. Los escasos 6,4 segundos en alcanzar los 100 kilómetros/hora dan una muestra de su potencial. La velocidad máxima es de 233 kilómetros/hora.

• Supra A80 (1993-1998): el icono de una generación

Icono, mito, referencia. El Supra mk4 fue un fenómeno en sí mismo. Tecnología, prestaciones y diseño se unieron para crear uno de los deportivos japoneses más míticos de la historia, honor solo compartido con el también excepcional Honda NSX. Gracias a una distribución de pesos excelente, buena puesta a punto y el sublime motor 2JZ biturbo de 320 caballos, la leyenda Supra fue ampliada. Sus prestaciones eran formidables, con una aceleración desde parado hasta 100 kilómetros/hora en sólo 4,6 segundos y una punta de 260 kilómetros/hora. Sus posteriores apariciones en la saga Fast & Furious descubrieron el modelo a las siguientes generaciones y las preparaciones de hasta 1.500 caballos demostraron exploraron los límites de la física.