Hamilton se lleva la primera pole bajo la lluvia y Alonso saldrá 5º

Un australiano, que a priori no entraba en las quinielas, casi hace saltar los tornillos de la grada con el júbilo de sus compatriotas al ponerse primero a pocos segundos de que se acabara el tiempo. Pero, por detrás de Ricciardo, aún faltaba por llegar el poleman con traje plateado y motor con estrella, el más elogiado en la pretemporada. Nada menos que tres décimas le han llevado a lo más alto de la parrilla, desatando el nudo de la garganta de sus mecánicos que estuvieron cerca de ver como se quedaban sin la pole después de tanto favoritismo.

Lewis hoy se ha llevado el gato al agua, nunca mejor dicho, con neumáticos de lluvia extrema mientras que Daniel le ha apretado las tuercas con los intermedios. Disparidad de estrategias con casi idéntico resultado. Eso es lo que ha hecho que a Ferrari se le comieran las dudas y quizá mermaron las opciones de Alonso, su único piloto en la Q3, al ponerle primeros los Pirelli azules cuando la pista pedía los verdes. Aun así, el asturiano puede estar satisfecho con su plaza en la parrilla, sobre todo tras haber pasado por los pelos la Q1 (justo al acabar su vuelta comenzó a llover).

Seguramente más eufórico que Fernando haya acabado un joven danés que tomaba la alternativa en las condiciones más complejas y que no ha podido realizar una mejor faena. Los que venían siguiendo su camino antes de llegar a la Fórmula 1 hablaban maravillas de él y Magnussen nos les ha dejado en mal lugar. Cuarto tras Rosberg y dejando a su mucho más experimentando compañero con la cara roja, porque Button ni si quiera pudo luchar por el top ten.

Ahí, en una Q2 que recibió las primeras gotas de agua, es donde encontramos la mayor sorpresa de todas. 27 grandes premios después, un mundo, Vettel no lograba clasificarse para la Q3. Su RB10 parecía otro distinto al de Ricciardo. No se atisba a recordar al alemán luchando tanto con su volante y yendo cruzada tras cruzada como se le ha visto hoy. Un comportamiento inusualmente nervioso de su Red Bull que hará que Sebastian se vaya cabreado a la cama, y más cuando recuerde que el australiano con el que comparte box ha ocupado la fila a la que él estaba tan acostumbrado.

Si bien, es de recibo señalar que a Vettel, al que le faltaron cuatro décimas para seguir adelante, le pudo perjudicar en su vuelta definitiva una bandera amarilla en el primer sector provocada por Räikkönen. El fuerte empuje del par motor del F14-T jugó una mala pasada al finlandés y acabó estrellado contra el muro cuando iba a por su último intento. Huelga decir que Kimi siempre se mostró bastante más lento que Alonso, aunque su fuerte son las carreras.

Seguimos repasando sorpresas y no nos podemos olvidar de la inesperada y agradable actuación de los Toro Rosso. Como a Red Bull, o al menos a medio, a los de Faenza les ha sentado de maravilla el viaje a Australia. Han colocado sus dos coches en la zona noble de la tabla, siendo Vergne sexto y Kvyat octavo. La gesta del novato ruso está a la altura de la de su homónimo en McLaren si tenemos en cuenta la mecánica de cada coche.

Los que no consiguen espantar los fantasmas de Renault son los Lotus. Ambos han caído a la primera de cambio, en la Q1. Salieron tarde por culpa de su motor y cuando lo hicieron sus opciones se vieron ahogadas por la lluvia. Un desastre para los de Enstone, que no pararon de trabajar en toda la noche y no se han visto recompensados. En cuanto al resto, Bottas y Gutiérrez penalizarán cinco posiciones por cambiar la caja de cambios y Kobayashi dio una alegría a Caterham pasando a la Q2.

Ahora bien, visto como se han desarrollado los acontecimientos en el primer día serio del año, quizás mañana olvidemos todo lo que ha ocurrido hoy. Los imprevistos se esconden en cada curva y la calificación puede ser menos importante de lo que acostumbra. El objetivo para todos los equipos es único y definido, el mismo Alonso se ha encargado de aclarárnoslo tras bajarse del coche: acabar. Pues eso, a ver cuántos lo consiguen…

Tiempos de la sesión de clasificación del GP de Australia: