Día del coche eléctrico 2024: ¿Por qué España sigue tan atrás y por qué hay un parón mundial de ventas de eléctricos?

Las ventas de eléctricos en Europa han sufrido un frenazo y ya no crecen como antes. Lo mismo sucede en casi todos los países occidentales, y los fabricantes han revisado sus previsiones de producción a la baja. Todos, desde Tesla, que ha cancelado el Model 2, hasta Volvo, que pretendía ser de las primeras en electrificarse por completo y ahora parece que llegará a 2035 con motores de gasolina en su gama. El panorama en España es aún peor, pero ¿Por qué? ¿Qué está pasando?

Vaya por delante que en SoyMotor simpatizamos con esta tecnología, pero somos firmes defensores de la información para que cada usuario tenga su propia opinión y compre el coche más adecuado posible a su uso. Dicho esto, que es importante, en un mundo cada vez más polarizado, hay señalar que las cosas no van bien en España para el coche eléctrico. Las ventas nunca han sobrepasado el 8 % anual y ahora rondan el 5 %, al menos cada vez hay más parque eléctrico y cada vez más empresas e instituciones apuestan por el VE, y eso es un alivio.

El primer motivo del ‘batacazo eléctrico’ en España son unas ayudas del Plan Moves mal planteadas, que exigen adelantar el dinero por parte de los usuarios. Por muchos cambios que se hagan, y algunos son a mejor, como la deducción en el IRPF, el cliente final tiene que transferir al concesionario el coste total del coche y luego esperar, y esperar, y seguir esperando, hasta cobrar la subvención.

El segundo motivo de las bajas ventas es el precio. Es cierto que algunos coches tienen precios atractivos e incluso muy razonables para lo mucho que ofrecen, como la gama Tesla, por poner un ejemplo. Pero no dejan de ser precios de casi 40.000 euros, y en España, con sueldos bajos, tendremos que esperar precios más competitivos para que las ventas despeguen.

Esto nos lleva al tercer motivo: la escasa oferta de coches eléctricos baratos. Para comprar un eléctrico para poder viajar mínimamente con él hay que poner 30.000 euros en adelante, y si queremos uno con capacidad familiar, habrá que pensar en más de 40.000 euros. Curiosamente, a partir de 45.000 euros la oferta es enorme, quizás demasiada, con una horquilla de SUVs entre 4,4 y 4,70 metros donde podemos elegir hasta diez modelos diferentes... pero no hay mercado para tantos coches.

Otro motivo, el cuarto, es la red de recarga insuficiente, de funcionamiento irregular y sin señalizar. A la expansión del coche eléctrico no ayuda una experiencia de usuario que puede ser nefasta cuando viajamos. Cada vez hay más puntos de recarga, pero sigue habiendo muchos que o se rompen, o no funcionan, o cuando lo hacen, no dan la potencia prometida, lo que hace que los viajes sean más largos de lo previsto. A ello se suma la amplia red construida, que tarda meses y meses en ponerse en marcha por un tema de licencias, y por último, los cargadores no están señalizada en carretera, otro término incomprensible por parte de la administración. Para terminar, los precios de la recarga en carretera no son bajos. 

Vamos a poner un quinto motivo que no es tal, y es que muchos creen que los bulos, la desinformación y las noticias exageradas hacen que se vendan menos coches eléctricos. No es así, o al menos en España no es diferente a otros países. Todos manejan la misma información, bulos incluidos, y venden más coches eléctricos. Es más, en España la información sobre el eléctrico es ingente, muy superior al apenas 5 por ciento que representa en ventas.

¿PUEDEN CAMBIAR LAS TORNAS?

Hay luz al final del túnel, y esta es totalmente necesaria. Dudamos que el Gobierno cambie el Moves o señalice los puntos de recarga, son dos batallas casi perdidas, aunque se seguirán luchando. Pero sí hay detalles interesantes que pueden "reverdecer" el mercado. Por un lado, están a punto de llegar modelos eléctricos de Stellantis y Renault entre los 25.000 y los 35.000 euros. Citroën C3, Opel Frontera, Fiat Panda o Renault 5 prometen tarifas competitivas. Por otro, los fabricantes siguen mejorando a grandes pasos sus coches eléctricos: cada vez con consumos más bajos y más autonomía a un mismo precio, por lo que es posible que las ventas de eléctricos repunten y nos lleven hacia el lugar donde deberían estar en España, entre el 10 y el 15 %, pero ¿y a partir de ahí?

El problema del coche eléctrico es que solo es competitivo y rentable para China, que tiene todo el control sobre la producción de baterías, el componente más caro del coche y que a veces supone casi la mitad del coste total del mismo. Esto no va a cambiar a corto plazo, pero sí a medio plazo. Varios fabricantes planifican ya sus plantas de baterías para, como hacen Tesla o BYD, por ejemplo, manufacturar el producto de principio a fin. Será el momento en que los fabricantes europeos puedan empezar a bajar los precios y tener coches eléctricos con tarifas accesibles en el mercado, incluso por debajo de los 20.000 euros. Este proceso aún puede durar entre 5 y 10 años, y entretanto, la Unión Europea ha impuesto importantes aranceles a los coches eléctricos "made in China", porque han sido desarrollados, en muchos casos, con ayudas del propio gobierno chino. La protección legítima de la industria conllevará así un despliegue más lento de la electrificación del parque.

Pero ahí están los brotes verdes: coches eléctricos más baratos, marcas con mayor capacidad tecnológica y gobiernos que, por fin, entiendan las ayudas y las señalicen los puntos de recarga deberían suponer el despegue definitivo para la movilidad eléctrica en Europa y en España. ¿Llegaremos a ver cuotas de mercado del 50 %? En la situación actual parece ciencia ficción, pero tendremos que esperar al Día del Coche Eléctrico 2025 para valorar a fondo cómo se desarrolla el mercado.