La FIA revisará el uso de la bandera negra y naranja tras Austin

Para entender la resolución del caso Alonso es preciso hablar, en primer lugar, del cisma que existe entre los comisarios y Dirección de Carrera, una situación que no nace evidentemente en Austin y que se remonta a mucho antes.

En Estados Unidos los comisarios se sirvieron de Haas, tras la carrera –equipo cuyos coches habían recibido varias banderas negras y naranjas– con el objetivo de poner sobre la mesa la falta de claridad que existe con respecto a cuándo es preciso sacar esta bandera.

Una conclusión que deja la bola sobre el tejado de la FIA y les pide resolver con urgencia el asunto de cómo proceder ante un coche dañado durante la carrera. 

Que Fernando Alonso recupere sus puntos contenta a la afición, pero lo que enfada a los fans es que lo haya hecho por un supuesto defecto de forma, como parece que se desprende del comunicado de la FIA. Y es que la FIA se ha escudado precisamente en un defecto de forma para deshacer todo el lío ocurrido en Austin por un gran problema de fondo, el que quisieron sacar a la superficie los comisarios con toda esta disputa: la falta de claridad sobre la bandera negra y naranja y la disparidad de criterios.

Un nuevo 'tira y afloja' entre comisarios y director de carrera que pide una reflexión a fondo del reglamento para que quede más clara la normativa y el criterio para determinar cuándo un coche dañado es "peligroso" y no puede continuar. Pero también un caso que arroja algo de luz y esperanza porque al contrario de lo que ocurría en el pasado, hay lugar para rectificar.