Marcus Ericsson obtiene la superlicencia de la FIA
Marcus Ericsson ha aprovechado estupendamente bien su único día al volante del Caterham esta semana en Baréin. Además de seguir dejando patente la fiabilidad del CT05, el único monoplaza con motor Renault que puede decirlo bien alto por ahora, los 530 kilómetros que ha pilotado hoy le sirven para cumplir el requisito de 300 kilométros al volante de un Fórmula 1 que exige la FIA para conceder la superlicencia.