Wolff considera "inaceptables" las prestaciones del W13

"Hemos tenido ocho años increíbles, en los que hemos mandado el grupo. Pero esta vez es como si hubiéramos vuelto a 2013 cuando, simplemente, no teníamos la velocidad de Red Bull y tampoco la de Ferrari", sentencio Toto.

No es el único que considera "inaceptable" la actual situación. También lo considera así Lewis Hamilton. En su ansia por recuperar el título perdido, por marcar el octavo título que lo diferenciará para siempre de Michael Schumacher.

"No tenemos un problema único, sino que son muchas partes del coche las que no funcionan, que no entendemos y que no ofrecen unas prestaciones aceptables. ¡No es lo que esperábamos de este coche!", señala Toto… que deseaba que los puntos perdidos por Red Bull en Baréin –30– y los que sumó Mercedes –27, cinco más de los previsibles– les permitieran mantenerse por delante de su gran rival -siempre con permiso de Ferrari- hasta tener las soluciones de su coche.

Mientras Russell, en su primer año por Mercedes, se conformaba con batallar por la tercera fila Lewis tomó riesgos para la clasificación y carrera, cambiando los reglajes y no funcionó. En lugar de progresar produjeron una regresión en el comportamiento del W13 y lo dejaron eliminado ya en la Q1.

"Ha sido mi peor clasificación en cinco años", dijo Lewis Hamilton al bajarse del coche, eliminado en la Q1, algo insólito. No sucedía desde el GP de Brasil de 2017, cuando se salió en la curva de Ferradura en su primer intento de la Q1, yendo contras las protecciones sin poder marcar un crono.

Ya antes había pasado por este trance, en Bélgica 2016, cuando hizo una sola vuelta en la Q1, que sólo le permitió, como en Brasil 2017, salir último. Ese mismo año, en China, tampoco marcó tiempo en la Q1, víctima del sistema de recuperación de energía. De hecho, desde 2016, siempre ha estado en la Q3, salvo estas tres ocasiones y otras dos en las que se quedó en la Q2.

Posiblemente Hamilton buscaba preservar parte de la ventaja que tiene en la clasificación del campeonato tras el abandono de Max Verstappen en Baréin. De perder ocho puntos con el holandés a ganarle 15 hay una gran diferencia. Y ello justificó su apuesta arriesgada porque sabe que hasta Imola -con suerte- y Barcelona -mucho más probable- no dispondrá de la evolución del W13 que resulta imprescindible para mejorar su resultado.

Wolff explicó que Lewis "no ha hecho enormes cambios en el set-up, pero lo suficientes para tener consecuencias dramáticas en las prestaciones". Como si Georges hubiera ido en una dirección y con cambios pequeños y Lewis arriesgó más y erró.

De perdidos al río. Por eso Hamilton y su ingeniero, Bono, estuvieron trabajando esta noche y se supone que en Brackley también. Debían valorar si afrontar la carrera en esta circunstancia, saliendo desde el decimoquinto puesto de parrilla e intentar escalar algunas posiciones, o hacerlo desde boxes, con un set-up diferente, quizás más parecido al de Russell, para ser más competitivos y con la ayuda de algún safety car -casi nadie duda de que lo habrá- entrar en los puntos.

Habría otra razón para ello. La seguridad. Lewis ha explicado que sentía el coche falto de equilibrio y eso puede pasar factura muy dura en Yeda, con los muros actuando como ‘imanes succionadores’ de coches.

"El coche se comportaba de forma aceptable en los Libres 3, pero quise mejorarlo y me equivoqué. El coche era inconducible. La parte trasera sobreviraba demasiado", dijo Lewis.

Sobre el pale, mejor cambiar que arriesgarse a besar el muro. Después de todo, si se logra entrar en los puntos, el botín será parco.