"Senna o Alonso no habrían sido campeones sin el mejor coche"

A lo largo de los últimos años se ha criticado mucho la imagen que da la F1: que si el sonido, que si la velocidad de los monoplazas, que si el excesivo ahorro de combustible... Un conjunto de aspectos que no gusta a mucha parte de los aficionados de la categoría reina. Esto puede cambiar en 2017 con la nueva normativa. 

"Yo creo que va a cambiar para bien. Vamos a ver una Fórmula 1 más espectacular, más física, más similar a la que nos gusta a los pilotos", explica Sainz al diario El País. "Nos vamos a bajar del coche más sonrientes, habiendo vivido lo que es una Fórmula 1 de verdad, rápida y ojalá corriendo a fondo durante toda la carrera sin tener que guardar neumáticos ni gasolina. Por lo tanto, lo veo de manera positiva pero hay que probarlo, y hasta que no lo haga en Barcelona me da la sensación que no podré asegurar que esos cambios han sido al 100% para bien".

Una de las quejas de los aficionados era la importancia del coche en la decisión de las carreras: o se tiene el mejor coche o no se gana. La nostalgia y la mitificación de tiempos pasados generan una idea para muchos errónea de lo que era la F1. Sainz es de los que considera que sin un coche bueno no se gana, y defiende que la F1 siempre ha sido así. 

"Eso ha existido siempre, en la época de Ayrton Senna y de Alain Prost o de Michael Schumacher o Fernando Alonso. Si no hubieran tenido el mejor coche no habrían podido ganar el Mundial", continúa el de Toro Rosso. "Eso no ha cambiado nada. Lo que sí lo ha hecho es que antes luchaban por el título más pilotos y que quizás cuando la Fórmula 1 tenía un Mundial aburrido, cuando el título lo competían solo dos, como ocurrió con Senna y Prost, que se sabía que iba a ganar uno de ellos, al menos el coche y la batalla entre esos dos pilotos eran espectaculares".

El esfuerzo físico será superior con la nueva normativa, y Sainz se prepara a consciencia para afrontar las fuerzas G superiores. Con datos que dicen que el paso por curva será 40 kilómetros/hora más rápido, el cuerpo debe estar listo para soportar y aguantar los azotes de las leyes de la física a lo largo de veinte Grandes Premios. 

"El año va a ser muy duro a nivel físico, a nivel mental, a nivel de equipo... Todos van a tener que desarrollar muchísimo los coches a lo largo de la temporada, que será otra vez de veinte carreras, con muchos viajes", afirma Carlos. "Pero sobre todo a nivel físico pega un cambio muy grande, las fuerzas G que vamos a sufrir en las curvas van a ser mucho mayores que en la frenada. Todo eso sumado hace que este año ya en invierno nos toque ponernos las pilas, poner horas extra y empezar a entrenar antes. A mí me motiva, soy un piloto joven, con muchas ganas y no me supone ningún problema".

A finales de febrero verán la luz los nuevos monoplazas. La espera se está haciendo larga, pero cuando menos lo esperemos, los coches estarán en pista y tendremos las primeras sensaciones de los pilotos. Esperemos que salgan del coche con una sonrisa como dice Sainz.