Ricciardo esperaba algo más que Renault para 2019, asegura Marko

El documental Drive To Survive, producido por Netflix a lo largo del año 2018, retrata en una de sus líneas narrativas los dilemas que Ricciardo atraviesa al saberse en un momento determinante de su carrera profesional.

El ‘aussie’ quería asegurarse el mejor destino sabedor de que su contrato con Red Bull expiraba al final del Mundial. Al final se decantó por el proyecto a largo plazo de Renault y Cyril Abiteboul, pero Helmut Marko deja entrever que ésa no era su opción predilecta.

"La historia debería haber sido que decide en verano si va a Ferrari o Mercedes, o si se queda en Red Bull. Al final todo salió de un modo muy distinto a lo que él –Ricciardo– imaginaba, muy distinto a lo que quería la gente de Netflix", reflexiona Marko en declaraciones a Motorsport-Total.com.

El piloto australiano confirma que Renault no era la única puerta a la que quería llamar. Su convicción era especialmente fuerte después de su triunfo en el GP de Mónaco, el último momento dulce del Mundial dado que a partir de entonces la mala fortuna se cebó con él.

"Al principio de la temporada, en Mónaco, pensaba que seguramente tendría muchas opciones. Lo creía de verdad. Al final fueron menos de las que pensaba. No creo que eso afectara a la serie de Netflix y no quiero entrar en un intercambio dialéctico con Marko. La historia seguía siendo buena para la Fórmula 1, ¿no?"

Tal era la convicción de Ricciardo de que Mercedes cambiaría de pilotos que apostó 1.000 euros con el austríaco a que Valtteri Bottas no renovaría con las flechas de plata, una apuesta que perdió dado que el finlandés fue confirmado por un año más al lado de Lewis Hamilton.

Marko lamenta que el que fuera su piloto se creyera las promesas de Renault. Cuatro carreras después, Ricciardo tan sólo ha conseguido una séptima posición como mejor resultado.

"Renault nos enseñaba gráficos una y otra vez en los que parecía que su motor sería enorme para el año siguiente. Él se lo creyó. Las puertas de Ferrari y Mercedes estaban cerradas, y con nosotros había habido una cierta tensión entre los dos pilotos desde Bakú".