Para Gasly no fue justo quedarse sin el volante Toro Rosso en 2017

Carlos Sainz era un fijo para el equipo de Faenza el año pasado, pero con respecto al puesto de Kvyat existían dudas. Finalmente decidieron apostar por el ruso. Esta situación fue un duro golpe de encajar para Gasly, que tenía la sensación de que tras proclamarse campeón de la GP2 –actual Fórmula 2–, la recompensa debía ser un volante en la categoría reina. Finalmente recaló en la Súper Fórmula japonesa, lejos de su máxima prioridad.

Gasly comentó el momento exacto en el que conoció los planes de Red Bull. Fue durante el GP de Estados Unidos 2016, y de la boca del propio Helmut Marko. "Fue en Austin 2016 cuando Helmut Marko me contó que Kvyat había firmado para 2017. Pensé que no era justo, acababa de ganar la GP2, era una mezcla entre enfado, decepción y tristeza", ha admitido en declaraciones al portal oficial de la Fórmula 1.

Pero 2017 no acabaría por ser tan malo para el francés que hoy cumple 22 años. Los malos resultados y la falta de consistencia de Kvyat acabaron por colmar la paciencia de los jefes de Red Bull. Esa situación benefició a Gasly, que consiguió el volante del STR12 desde el GP de Malasia en adelante –sólo se perdió Austin por la coincidencia con la última prueba de la Súper Fórmula japonesa, en la que fue subcampeón–.

De hecho, la prematura salida de Carlos Sainz del equipo con destino Renault, provocó que desde Milton Keynes se apostara por Brendon Hartley, viejo conocido de Red Bull sin prácticamente experiencia en Fórmula 1. Precisamente Gasly-Hartley será la pareja de Toro Rosso para este año, y a buen seguro esas últimas carreras de 2017 habrán sido de utilidad. Esa era la intención tal y como confesaron desde Faenza, brindar un poco de experiencia a ambos para afrontar este año con ciertas garantías, dado su alto potencial.

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