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Una de las cosas que esperábamos que cambiara con la nueva era que ha dado comienzo este 2014 era el tedio al que nos ha tenido sometidos Red Bull durante cuatro largas temporadas. Un férreo dominio que efectivamente han perdido, pero no para dejarnos una lucha igualada y competida por las victorias, sino un perfecto sustituto de sus hazañas en forma de estrella de tres puntas.

La celebración del primer Gran Premio de Rusia, prevista para el próximo 12 de octubre, puede estar en entredicho por culpa de la crisis política que tiene lugar en Crimea.

En Mercedes recibieron no pocos elogios en Baréin por dejar a Hamilton y Rosberg luchar libremente por la victoria, con la única condición de llevar ambos coches sin un rasguño a la meta. Gracias a eso pudimos ver una de las mejores batallas por el triunfo de los últimos años, y más nos vale recordarla bien porque puede que no veamos un duelo parecido en lo que resta de temporada, ya que los de Brackley quizá no sean tan permisivos la próxima vez.

¿Alguna vez habían escuchado que un equipo de Fórmula 1 deseara suerte a sus rivales? ¿Habían oído que confesara que le gustaría que también ganaran carreras? Ese es el inusual discurso que ha entonado Niki Lauda para referirse a la temporada actual de la categoría reina.

A falta de tensión y pelea en la pista por el absoluto dominio de Mercedes, buenas son las disputas fuera del asfalto para poner un poco de picante al Mundial. A la guerra entre McLaren y Red Bull por el aerodinamicista Dan Fallows, hay que sumar otro pique entre el equipo de la bebida energética y la escudería alemana que tiene su origen en la reunión del Tribunal de Apelación de la FIA que tuvo lugar en París para tratar la exclusión de Ricciardo en Australia.

Lewis Hamilton se ha recuperado perfectamente del prematuro abandono del Gran Premio de Australia y ha ganado las tres siguientes carreras, algo que no había logrado en toda su carrera deportiva. El piloto británico ha igualado en número de victorias a uno de sus jefes, Niki Lauda, con 25 triunfos. 

La temporada 2014 de Fórmula 1 es una prueba de adaptación a una era completamente nueva y algunos pilotos están sufriendo como nunca antes para demostrar su talento. Sebastian Vettel ha demostrado en este inicio de año que el coche influye mucho en el Gran Circo y la llegada de Daniel Ricciardo le ha puesto bajo presión, según Felipe Massa.

Las dos posiciones de podio que consiguió McLaren en Australia parecen tratarse de un puro espejismo. El potencial del MP4-29 ha acusado desde entonces una importante pérdida de rendimiento, hasta el punto de que Button y Magnussen no consiguieran sumar puntos en el Gran Premio de China.

Las palabras del presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, sobre una Fórmula 1 de taxistas en el pasado Gran Premio de Baréin siguen coleando en la llegada de los equipos al Gran Premio de China. El presidente no ejecutivo de Mercedes, Niki Lauda, cree que sus pilotos no ahorraron en las tres carreras que se han disputado y aseguró que se ahorraba mucho más el año pasado. 

Medio mundo de la Fórmula 1 ha levantado la voz con quejas sobre si el deporte ya no es ni la mitad de espectacular de lo que era antes. Niki Lauda, por su parte, está conforme al nuevo reglamento, dejando claro que no tiene nada que ver con el dominio de Mercedes. 

Franck Montagny, expiloto de Super Aguri, ha evaluado el estado de los equipos de la F1 como Lotus y Williams. Según el francés, ambas escuderías tienen posibilidades de luchar por el título esta temporada, pero con el tiempo perderán el impulso.

El sonido de los V6 Turbo no ha gustado entre los aficionados, pero tampoco entre el paddock de la F1. Muchos ya han puesto 'el grito en el cielo', e incluso Bernie Ecclestone ha llegado a insinuar que había que cambiarlo: "Hemos de ver si hay forma de que suenen como coches de carreras".

El segundo gran premio de la temporada, que se celebrará en Malasia, está a la vuelta de la esquina. La semana que viene  los motores volverán a 'rugir'... o no, porque con los nuevos propulsores V6 Turbo el sonido de la F1 ha cambiado; pero no sólo eso, sino también la manera de plantear las carreras.

La primera carrera de la temporada no pudo empezar peor para el principal favorito para llevarse el mundial, Lewis Hamilton. El piloto británico abandonó en la tercera vuelta del Gran Premio, pero Niki Lauda le apoyó nada más bajarse del coche poniéndose como ejemplo, ya que ganó los mundiales de 1977 y 1984 abandonando en la primera carrera.

Teniendo en cuenta el tamaño del Gran Circo, a muchos expertos les resulta difícil de creer que no haya un plan de sucesión listo para ser desplegado si es necesario sustituir a Bernie Ecclestone. Sin embargo, Niki Lauda, presidente no ejecutivo del equipo Mercedes y triple campeón del mundo, reveló que le preocupa que la Fórmula 1 tenga que luchar por su salud si el inglés ya no está al mando.