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Los neumáticos de lluvia de Pirelli fueron altamente criticados en el pasado Gran Premio de Brasil. Las gomas de la marca italiana sufrieron mucho aquaplaning, ya fueran los compuestos de lluvia extrema o los intermedios, aunque huelga decir que paradójicamente los primeros tendían más a perder el control, lo cual debería ser al contrario.

Ferrari será la encargada de probar los neumáticos de mojado de Pirelli en un test que se celebrará la semana que viene en Fiorano, según ha podido saber el portal estadounidense Motorsport.com. Dicha prueba se llevará a cabo con el monoplaza de 2015 de la Scuderia, con pequeñas modificaciones. 

Los equipos de Fórmula 1 probarán los neumáticos intermedios y de lluvia extrema en los test del Circuit de Barcelona-Catalunya en caso de que no llueva durante los tres primeros días. El trazado catalán regará artificialmente la pista en el cuarto día de la primera semana de test (2 de marzo) para que las escuderías puedan actualizar su información sobre las nuevas gomas para condiciones de mojado; según informa el portal italiano de Motorsport.com.

Pirelli ha recibido el permiso para realizar un test extra de mojado en pretemporada este año como ayuda para prepararse para la campaña nueva. La marca italiana ha adoptado un enfoque nuevo respecto al rendimiento de las gomas de mojado tras un Gran Premio de Brasil 2016 pasado por agua, en el que un gran número de pilotos se quejaron de los compuestos.

Los nuevos monoplazas que recibe la Fórmula 1 este año deberán llevar el calzado adecuado para dar el espectáculo que los aficionados se merece. Aunque Hülkenberg no ha probado aún los neumáticos nuevos, espera que permitan a los pilotos empujar más y que se olviden con esto de tanta gestión.

De ser todas las carreras como la del Gran Premio de Brasil, sin duda, Bernd Mayländer, estaría bien preparado para convertirse en titular de cualquiera de los asientos de la parrilla de Fórmula 1. No necesitaría ni pretemporada, después de todos los kilómetros que completó este año en el Autódromo José Carlos Pace.

Fernando Alonso quiere mejores carreras en lluvia. El Gran Premio de Brasil fue la última cita de la Fórmula 1 celebrada en condiciones de mojado y estuvo a punto de cancelarse. La prueba comenzó bajo régimen de coche de seguridad y, tras varias apariciones de Bernd Mayländer y algunas banderas rojas, finalmente la carrera se disputó hasta el final; aunque no sin incidentes.

Jos Verstappen se sorprendió por la demostración de pilotaje de su hijo en Brasil. Max Verstappen remontó trece puestos desde la resalida tras el quinto y último periodo coche de segurdad y se llevó un podio que le supo a victoria.

Las críticas hacia el Gran Premio de Brasil no han cesado desde el pasado domingo por parte de pilotos, aficionados y otras figuras importantes del paddock. En este sentido, Max Verstappen espera que los cambios previstos para 2017 ayuden a mejorar el deporte en condiciones de lluvia.

El Gran Premio de Brasil arrancó con el coche de seguridad en pista para el disgusto de muchos. No obstante, este no fue el único momento en el que la FIA ordenó tomar alguna que otra medida de precaución, ya que hasta en dos ocasiones la carrera fue detenida por bandera roja. 

Pirelli está probando sus neumáticos de 2017 con el uso de coches de 2015 de Ferrari, Mercedes y Red Bull, adaptados a los niveles aerodinámicos de la próxima temporada. Sin embargo, Paul Hembery está preocupado por la poca preparación que se les está dando a los neumáticos de lluvia.

En Fórmula 1, la lluvia se convierte en polémica cada vez que aparece. Ya sea en entrenamientos libres, en clasificación o en carrera, la falta de actividad en pista enerva a los aficionados y se reclama una solución a la ausencia de competición en condiciones de mojado.

Una lluvia torrencial que ha llegado una hora antes de la clasificación ha alterado todos los planes de los equipos para la sesión cronometrada. Después de disputar todo el fin de semana en seco y esperar una clasificación también en esas condiciones, la lluvia ha aparecido para mojar completamente la pista hasta el punto de provocar cuatro banderas rojas por lluvia extrema y accidentes de los pilotos por lo difícil de conducir que estaba la pista.

La previsión meteorológica se ha cumplido y los segundos entrenamientos libres del GP de Austria han estado marcados por la lluvia torrencial que ha llegado a los compases iniciales de la sesión y ha limitado el kilometraje de los pilotos, pues sólo han disfrutado de unos veinte minutos de pista seca hacia el final. Los tiempos no se pueden tomar en consideración porque cada equipo ha seguido una estrategia diferente y las condiciones de la pista han variado mucho.