Leclerc también tiene sus días: 38 vueltas peleando con Magnussen

Está claro que la falta de rendimiento tiene algo que ver con el Ferrari SF-23, sobre todo con la dificultad que tienen los pilotos a la hora de ‘exprimirlo’. Si en el Gran Premio de Azerbaiyán fue Sainz quien no terminó de encontrar el ritmo, en esta ocasión ha sido Leclerc.

El piloto monegasco, que venía de haber tenido dos accidentes –uno en entrenamientos libres y otro en clasificación– en la secuencia de las curvas 6-7-8, ha comenzado la carrera adelantando a Kevin Magnussen en la primera vuelta y parecía que estaba en disposición de remontar, pero ha sido todo lo contrario.

Es más, el piloto danés le ha devuelto el adelantamiento en la tercera vuelta… y también ha aprovechado la situación Max Verstappen para pasar a ambos.

A partir de ahí, mientras Max se escapaba con facilidad, Leclerc se ha visto ‘enfrascado’ en una batalla con Magnussen que, si recordamos cómo estaba cada uno la semana pasada, hace apenas unas horas parecía impensable.

Unas vueltas después ha llegado el momento de parar en ‘boxes’, y Magnussen lo ha hecho antes que Leclerc –vuelta 15– para defenderse del ‘undercut’. Cuando Charles ha pasado por el Pit-Lane –vuelta 18–, ha vuelto a salir detrás de Kevin, a unos tres segundos.

Lo ‘raro’ es que Leclerc, con neumáticos un poco más ‘frescos’, no ha sido capaz de recortar esos tres segundos rápidamente y ha tenido que esperar hasta la vuelta 38 para pasar al piloto de Haas. ¡Ha estado dos tercios de la carrera peleando con el danés!

Dicha pelea le ha pasado mucha factura. Lewis Hamilton venía con neumáticos mucho más ‘jóvenes’ al final de la carrera y no ha podido hacer nada ante el heptacampeón, de modo que ha tenido que conformarse con el séptimo lugar hoy.

Si tenemos en cuenta que en la primera vuelta estaba sexto –a sólo tres posiciones de Sainz– y con un coche superior al Alpine de Pierre Gasly, en un buen día podría haber terminado, al menos, cerca de su compañero de equipo.

Sin embargo, la dificultad que ha tenido para adelantar a Magnussen ha significado terminar muy lejos de Carlos… y eso dice mucho de la dificultad para ‘domar’ ese potro salvaje que es el SF-23. Ya son dos Grandes Premios consecutivos en los que uno de los pilotos de Ferrari no encuentra su ‘punto dulce’. Curioso.

El monegasco no ha dudado en asegurar tras la carrera que están "muy por detrás en ritmo de carrera" y que no tanto Carlos como él suelen hacer "los mismos comentarios" sobre el coche. Ferrari tiene un serio problema.