Kvyat, crítico con los bordillos de Austria: "En 2015 ya estaban bien"

No obstante, uno de sus grandes detractores es Max Verstappen, quien rompió el triángulo de la suspensión del RB12 tras sobrepasar uno de los polémicos bordillos durante la primera sesión de entrenamientos libres. El holandés, descontento con las nuevas medidas disuasorias, tildó de "peligroso" su efecto para la integridad de los monoplazas. "Estas cosas amarillas son increíbles", apuntó ante la prensa desplazada a Austria.

Kvyat, por su parte, coincide con la opinión de Verstappen y siente que la configuración de los pianos en 2015 ya era efectiva para garantizar que los pilotos mantuvieran su monoplaza entre los umbrales del asfalto. "Creo que es demasiado. Personalmente, creo que el año pasado eran mejores. Había un piano seguido de un astroturf; ahora tienes que poner las cuatro ruedas fuera del asfalto", apunta el piloto ruso.

"Son bastante duros, y como han dicho algunos pilotos, tienes que irte recto para evitarlo", añade en este sentido. Al igual que destacaba Sainz, Kvyat niega que la polémica de los bordillos fuera un tema de intenso debate durante la reunión con Charlie Whiting tras los entrenamientos libres de ayer. "s cierto que se habló un poco, pero nadie tenía una opinión clara sobre ello", explica.

Según Kvyat, el clásico astroturf en la escapatoria de las curvas cumple con la labor de impedir las salidas de pista, con lo que la introducción de los bordillos no era necesaria en la edición del 2016. "En un circuito, coges el astroturf y ahí ya pierdes tiempo porque es resbaladizo. El año pasado había un compromiso perfecto; no digo que sea ahora mucho peor, porque con los nuevos pianos es todo más bonito, pero en 2015 ya estaban bien", apunta el piloto de Toro Rosso.