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La Fórmula 1 continúa buscando el mejor sistema que asegure la integridad de los pilotos cuando se encuentran dentro del cockpit. Aunque el halo desarrollado por Mercedes y Ferrari parecía partir con ventaja, la gente de Red Bull se ha puesto a trabajar en su propia propuesta, una especie de cúpula o de pantalla, fabricada con policarbonato, que se probará en pista, presumiblemente, en los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Rusia. Aunque esta solución partía en desventaja, al haber sido desarrollada más tarde, ahora parece postularse como una alternativa perfectamente viable para 2017.

Mercedes y Ferrari han reiterado su compromiso de reducir el precio de sus unidades de potencia para garantizar la sostenibilidad en el modelo de negocio actual de la Fórmula 1. Después de que las escuderías independientes sufrieran para afrontar el coste aproximado de 32 millones de euros durante las dos primeras temporadas de actividad con los V6 Turbo, los fabricantes aceptaron las exigencias de la FIA y accedieron a cifrar en apenas 12 millones el gasto requerido para utilizar sus motores a partir del año 2018.

El cambio de motores a la nueva regulación V6 Turbo trajo unos efectos que no fueron los deseados en un primer momento. En un intento de atraer competidores a la categoría, su variación sólo produjo un aumento de los costes, y que algunos equipos se encontraran en una situación todavía más límite de la que ya estaban, forzando incluso a que Marussia y Caterham fueran incapaces de completar su asistencia en todas las carreras de la temporada.

La Comisión de la F1 ha aceptado las exigencias de Pirelli para probar los neumáticos de 2017. Paul Hembery advirtió por activa y por pasiva que se estaba agotando el tiempo para poder fabricar y distribuir los neumáticos de la próxima temporada a los equipos y amenazó con dejar el deporte si no se cerraba el acuerdo hoy. 

Pirelli ha amenazado con dejar la Fórmula 1 si los organismos responsables del deporte no aprueban su programa de test para la próxima temporada 2017. La FIA y los equipos fijaron el pasado viernes un ambicioso calendario de pruebas que incluía jornadas extensivas de actividad con los neumáticos del próximo año, aunque la proveedora italiana exige cerrar un acuerdo lo antes posible para trabajar sobre la nueva base de desarrollo y evitar más retrasos que puedan comprometer el éxito de sus modificaciones en busca de más espectáculo.

La Fórmula 1 estudiará nuevas medidas que mejoren el funcionamiento de los Grandes Premios a partir de la próxima temporada 2017. Después de que la FIA, la FOM y los equipos hayan llegado a un acuerdo para abolir la nueva clasificación y recuperar el formato de 2015, la Comisión de la F1 trabajará en soluciones alternativas para transformar la configuración de las sesiones clasificatorias y aplicar una hoja de ruta más atractiva para los aficionados.

"No hay que tener miedo", ése es el mensaje que manda Cyril Abiteboul, director del equipo Renault, a los máximos dirigentes de la Fórmula 1. Instándoles a tomar las decisiones que sean necesarias para que la categoría vuelva a ser el foco mundial del lujo, la tecnología y el interés deportivo.

La reunión que se organizará mañana en Milán, y en la que Pirelli tratará con Bernie Ecclestone, con Jean Todt y con representantes de los equipos sobre los futuros planes de la normativa de neumáticos, se va a convertir en una improvisada sesión del Grupo de Estrategia para tratar de desbloquear la situación. El 1 de marzo es la fecha límite para que se saque adelante la nueva normativa para 2017, por lo que es posible que esta reunión acabe siendo fundamental para el futuro de la Fórmula 1.

La Fórmula 1 se encuentra inmersa en una época de reuniones y disputas para configurar los próximos años de la categoría, encuentros en los que Williams tiene un peso sustancial, aunque Claire Williams ha señalado que, en ocasiones, siente que no lucha lo suficiente para defender los intereses del conjunto al que representa.

El regreso de los repostajes en carrera no encuentra apoyos suficientes después de que, en las reuniones celebradas la semana pasada en Génova por parte de la Comisión de la F1 y el Grupo de Estrategia, el sentimiento general fuera de rechazo ante la propuesta de recuperar un elemento de la carrera que se descartó en 2009.

El Grupo de Estrategia y la Comisión de la Fórmula 1 coinciden: si los comisarios no son tan estrictos se incentivarán las luchas en pista y en consecuencia el espectáculo de la categoría reina se verá beneficiado. Es por eso que están de acuerdo en solicitarles que revisen los criterios que siguen para juzgar las acciones punibles que ocurren durante un Gran Premio.

La Fórmula 1 quiere interactuar más con sus aficionados en la nueva temporada que comienza, y es por eso que el público podrá votar después de cada Gran Premio al mejor piloto y el mejor adelantamiento de la carrera.

El director ejecutivo de la FOM, Bernie Ecclestone, responde a los informes que sugieren que la Fórmula 1 atraviesa un gran bache. Pese a que el británico comentó recientemente que la categoría reina "es una mierda", considera que la F1 no se hundirá, aunque sugiere que hay cosas que deberían cambiar. "La F1 nunca se derrumbará. Incluso aunque hubiésemos perdido a Red Bull y Lotus", asegura en una entrevista para Auto Motor und Sport.

Con una revolución prevista para 2017, en la que el reglamento sufrirá importantes cambios para intentar mejorar el espectáculo, Christian Horner se ha mostrado crítico con el actual proceso de regulación de la máxima categoría y ha atacado especialmente al Grupo de Estrategia.

A pesar de que ya sabemos lo que dio de sí la reunión que mantuvo ayer el Grupo de Estrategia en París, la FIA ha querido aclarar todo lo que se trató y lo que se concluyó a través de un comunicado en el que quedan claros las cuatro claves que perseguirán con las modificaciones en cuanto a las unidades de potencia: suministro garantizado para todos los equipos, motores más baratos, con menor complejidad técnica y más ruidosos. El motor alternativo tendrá que esperar.