Ferrari confirma los peores presagios en Austria: "Es de locos"

Ferrari dijo en invierno que el SF1000 no era el coche perfecto, que al haber querido insuflarle carga aerodinámica se les había disparado el drag en las rectas, y en el Red Bull Ring eso se ha traducido en una Scuderia que ha sido engullida por los equipos más fuertes de la zona media.

Esto ocurre después de que Ferrari llegase a un acuerdo secreto con la FIA sobre su motor, cuya legalidad estuvo puesta en duda en 2019. Y aunque no se ha llegado a confirmar que hicieran trampas, lo cierto es que hoy los coches propulsados por los italianos han sufrido, lo que invita a pensar que los cambios no les han favorecido en absoluto: Ferrari ha perdido 0,9 segundos, Alfa Romeo 1,0, Haas, 0,6.

Los de Maranello ya no tienen el coche más rápido. Ni siquiera el segundo más rápido. Mercedes está a un segundo de distancia y también les han superado Red Bull, McLaren y Racing Point, lo que evidencia hasta qué punto los de Mattia Binotto pueden estar en apuros en este nuevo curso.

Basta con observar lo que ha sucedido en la Q2, donde Vettel ha caído eliminado en undécima posición y Leclerc, décimo, se ha salvado por los pelos. Cuando el monegasco ha preguntado por radio si estaba a salvo y le han respondido que era décimo, su respuesta ha sido clara: "Esto es de locos".

Ya en la Q3, Charles ha podido hacer muy poco para acercarse a los grandes en un circuito donde Ferrari es de los coches más lentos en rectas. Su 1'03"923 ha sido nueve décimas más lento que su Pole del año pasado, que fue un 1'03"003. Al otro lado de la ecuación está Mercedes, que ha mejorado tres décimas.

"Nos hubiera gustado ser más rápidos", ha dicho Vettel al final de la sesión, en declaraciones a Movistar+F1. "Ser undécimos es la mejor opción para poder escoger neumáticos. Nos proporciona flexibilidad en la estrategia. No estoy contento del todo, pero no teníamos tanto como otros equipos. Hoy estamos aquí; ya veremos dónde estamos mañana y la semana que viene".

“Ha sido un día muy difícil para nosotros", ha añadido Leclerc. "Lo importante es trabajar de forma constructiva. Obviamente no hemos obtenido el resultado que queríamos ni estamos donde queríamos, pero tenemos que trabajar duro y no pensar negativamente. Hay que encontrar el lado positivo, que ahora mismo es difícil, pero animar el equipo, trabajar duro y mejorar rápidamente en las próximas carreras".

Todo esto pasa un año después de que el motor Ferrari destacara tanto que sus rivales acudieran a la FIA por sus sospechas, y tan sólo tres meses después de que trascendiera que la Scuderia había llegado a un acuerdo privado con la Federación en el que no quedó nada claro si habían cometido o no alguna ilegalidad.

Pasara lo que pasara entonces, definitivamente Austria es una señal de que las cosas no van bien para los de rojo. Paso atrás –a veces ocurren–. En la nueva normalidad han pasado de luchar por podios a aspirar a puntuar, algo impensable, y eso... eso no es propio de Ferrari.