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Cogió el cetro, se puso la capa, se sentó en su trono y no lo dejó escapar. Esta vez no. No iba a permitirse otro tropiezo como el que estuvo recordando durante todas las vacaciones. Ni tampoco un disgusto como el que vivió entre los mismos bosques de las Ardenas en 2014. Salía desde la Pole por décima vez esta temporada y todo tenía que marchar bien. Y tanto fue así que la película de Spa tuvo un guion que bien pudo escribir el propio Hamilton. El líder. El rey.

¿Son las carreras de Fórmula 1 demasiado largas? El reglamento estipula que hay que dar tantas vueltas a cada circuito como para cubrir la distancia estándar estipulada de 305 km. En algunos trazados se tardan más, como Singapur, y en otros menos, como en Monza, pero en general, una prueba de F1 dura en torno a la hora y media. ¿Demasiado para el nuevo tipo de consumidor de este deporte? El paddock opina sobre ello.

Mientras llega el mes de septiembre, fecha que han estipulado para tomar la decisión de su futuro, que pasará por seguir suministrando motores, comprar el equipo Lotus o marcharse de la Fórmula 1, en Renault disfrutarán de unas merecidas ocasiones con la mejor sonrisa tras el más que satisfactorio resultado que consiguieron sus coches en Hungría. Tres de ellos, con Kvyat, Ricciardo y Verstappen al volante, acabaron entre los cuatro primeros.

No fue el Gran Premio deseado para los pilotos de Force India. Los dos discípulos de Vijay Mallya abandonaron en la carrera de Hungría por problemas en sus monoplazas. Se fueron a las vacaciones con las manos vacías antes de afrontar dentro de tres semanas el GP de Bélgica. "Fue un fin de semana muy difícil para nosotros, desde el viernes hasta el domingo", manifestó Sergio Pérez.

El Gran Premio de Hungría pudo haber acabado perfectamente con un doblete. No, no de Mercedes, sí de Ferrari, cuyos pilotos podían haber terminado la prueba en 1º y 2º lugar, situación que no ocurre desde el 2010. Sebastian Vettel logró el triunfo, pero Kimi Räikkönen no tuvo esa suerte y abandonó a pocas vueltas del final. El alemán se mostró muy disgustado con la retirada de su compañero y espera que esto no afecte a su futuro dentro de la Scuderia.

Cuando Maurizio Arrivabene dijo en febrero que el objetivo de Ferrari para el 2015 era conseguir dos victorias, muchos no pudieron evitar la carcajada. Cinco meses después de conceder aquellas polémicas declaraciones, el mandatario italiano ha visto cómo Sebastian Vettel conseguía hoy en Hungría su segundo triunfo del año, cumpliendo así con la meta que se había marcado frente a la percepción generalizada de que se trataba de un diagnóstico demasiado optimista por su parte. Maurizio llegaba al motorhome de Ferrari con una sonrisa en la cara, no tanto por la victoria de Seb, sino por la satisfacción de ver cómo un equipo entero logra pasar del desastre al éxito en menos de 48 horas. 

Tras un inicio complicado del fin de semana, Ferrari se ha marchado del circuito de Hungaroring casi de la mejor manera posible. Y es que, a la victoria de Sebastian Vettel, se le ha podido sumar un segundo puesto de Kimi Räikkönen que hubiera supuesto el primer doblete de la Scuderia desde Alemania 2010. El finlandés, no obstante, ha tenido que decir adiós antes de tiempo por un problema mecánico en su coche.

El primer podio de la temporada para Red Bull ha llegado en Hungría y por partida doble. Las idas y venidas de una carrera loca permitieron a los de Milton Keynes brindar con champán con Kvyat segundo y Ricciardo tercero. El ruso se recuperó de un comienzo delicado para acabar tras Vettel y el australiano pudo haber aspirado a más de no ser por su toque al final de la carrera con Rosberg. Aun así, todos se van contentos de vacaciones.

Es extraño que un equipo con el palmarés de McLaren-Honda celebre terminar en quinta y novena posición, pero la realidad de la escudería es tal que un resultado como el del Hungaroring supone una inyección de moral increíble para un proyecto que ha avanzado a pasos tortuosos durante los últimos seis meses. Ahora llegan las vacaciones de verano, pero la pregunta que todo el mundo se hace es si realmente el MP4-30 dará un salto de calidad en cuanto lleguen las próximas carreras.

Para Mercedes, el Gran Premio de Hungría es una asignatura pendiente en sus años de dominio. Aunque ganaron allí en 2013 con Lewis Hamilton, el año pasado fueron derrotados y este año se ha repetido la historia. Tras la primera carrera sin un Mercedes en el podio en un año y medio, Toto Wolff ha reconocido que se equivocaron en la elección de neumáticos de Nico Rosberg en su última parada a boxes.

Si a Ferrari les hubieran dado a elegir una carrera en la que ganar en lo que quedaba de año seguro que habría elegido esta de Hungría. No solo por marcharse de vacaciones con la alegría de un trabajo bien hecho, sino porque no habría un momento mejor en toda la temporada en el que dedicar su éxito a Jules Bianchi. El piloto francés pertenecía a la familia ferrarista y ha estado muy presente en el equipo italiano este fin de semana.