Si Shakespeare escribiera la F1, ¿sería una comedia o una tragedia?

Después de que unos límites de pista salvaran la victoria de Lewis Hamilton –en sus propias palabras–, el jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, ironizó con el hecho de que las regulaciones de Fórmula 1 deberían ser sencillas, y no tan largas y espesas como una obra de William Shakespeare.

Lo cierto es que nadie de los protagonistas tuvo muy claro qué pasó con la curva 4 de Sakhir el pasado fin de semana con el GP de Baréin de 2021. Quizá una obra de Shakespeare nos hubiera dejado las cosas más claras.

Ahora, si estuviéramos hablando de una obra de Shakespeare, el incidente entre Hamilton y Verstappen de ayer... ¿hubiera sido una comedia o una tragedia?  

UNA COMEDIA

Las comedias de Shakespeare –como El Mercader de Venecia o La Comedia de los Errores– residen entre dos jóvenes amantes que deben superar ciertos problemas, que probablemente estén relacionados con la rivalidad de sus superiores o predecesores. A su vez, encontraremos elementos de separación y reunificación entre los protagonistas.

También encontraremos un sirviente que destaque por su inteligencia, y una serie de tensiones internas que tienden a resolverse al final de las obras, después de haber pasado por argumentos especialmente complejos e interrelacionados. 

Creo que todos los presentes hemos identificado ya los paralelismos. La historia del pasado fin de semana relataría las diferencias entre Hamilton y Verstappen, que 'heredan' de algún modo la rivalidad entre Mercedes y Red Bull. Por un lado parecen rivales en pista, pero por otro parecen amigos cuando se quitan el casco.

No queda más remedio que identificar a Valtteri Bottas como sirviente que tiene que sacrificar su estrategia para potenciar las opciones de victoria de Hamilton. Por otro lado, Verstappen criticó al equipo y a la FIA agresivamente por radio por la sanción y no haberle permitido intentar escaparse de Hamilton, pero lo primero que dijo al bajarse del coche es que no pasaba nada y tenían coche para pelear por cosas importantes durante el año. Ahí tienen el conflicto que se resuelve al final de la trama.

El complejísimo y siempre cambiante libro de normativas técnicas y deportivas de la Fórmula 1 jugaría, en el paralelismo con Shakespeare, la compleja e interrelacionada trama, que ni siquiera los protagonistas logran entender.

UNA TRAGEDIA

Las tragedias de Shakespeare –como Macbeth, Hamlet o Romeo y Julieta– tienen varios paralelismos entre ellas. Los protagonistas acostumbran a presentarse de forma aislada. Los finales de las obras tienden a acabar en muertes y con hechos que parece que serán inevitables. La figura central de las obras generalmente es algún noble.

También nos podemos imaginar al GP de Baréin de 2021 como una tragedia de Shakespeare, con dos figuras como Hamilton y Verstappen. Que, siendo pilotos de F1, por definición son personajes solitarios o que tienden a la soledad. Al menos mientras realizan su trabajo.

La obra de Sakhir no terminó en muerte como tal... a menos que Red Bull le hubiera dado un valor 'vital' a la victoria que terminaron por dejar escapar. Lo que sí parecía inevitable es que Lewis Hamilton y Mercedes volvieran a ganar. Al final ganaron los de siempre aunque sufrieron como nunca.

Cabe recordar que antes de la temporada 2021, la reina de Inglaterra coronó a Lewis Hamilton como caballero de la orden británica, convirtiéndole en Sir Lewis Hamilton y, por ende, en una persona noble a los ojos de la corona británica. Tal y como deben ser los protagonistas de las tragedias de Shakespeare.

Si son aficionados de Mercedes y Hamilton, probablemente creerán que lo de ayer fue una comedia con final feliz, pero si sus esperanzas estaban depositadas en que Verstappen y Red Bull saliesen victoriosos de Baréin, seguramente lo habrán vivido como una tragedia.

¿Qué tipo de obras nos depararán el resto de las 22 carreras de la temporada de 2021? Déjenme arriesgar apostando por una tragicomedia.