Cristina Gutiérrez, en 'clave Dacia': "Teníamos que intentar seguir a Al-Attiyah"

La burgalesa tuvo que abandonar la etapa de ayer, pero eso no significa que el Dakar no continúe para ella. Se ha reenganchado a la competición, y lo ha hecho con dos premisas fundamentales. La primera, adquirir más experiencia con Dacia; la segunda, ayudar a sus compañeros. Tras el vuelco de Loeb en esta tercera etapa, sus opciones penden de un hilo. Pero queda una baza: Nasser Al-Attiyah. Por eso, Cristina Gutiérrez ha explicado cómo ha gestionado la ayuda al francés, para no dejar sólo al último Dacia. 

Fue Saood Variawa quien ganó una etapa con un 'top 5' copado por Toyota y Mini, aunque quizás la noticia estuvo más en ese vuelco de Loeb que da un golpe de teatro a las aspiraciones previstas para este Dakar. Y aquí es donde entra la figura de Cristina Gutiérrez. Si bien parecía que iba a 'escoltar' al francés, parece que el objetivo ha cambiado totalmente. Ella y Moreno sólo pudieron parar un momento, lo justo para darles piezas y una rueda. Estar cerca de Al-Attiyah es la última carta que le queda a Dacia para intentar rascar el mejor resultado posible. 

"Sí, los hemos visto parados y necesitaban algunas piezas. Además, les hemos dado una rueda de repuesto, porque necesitaban más. Espero que haya podido continuar, pero a partir de ahí, nosotros teníamos que intentar seguir a Nasser", ha revelado la piloto española justo después de bajarse del coche. 

No ha tenido un final de etapa fácil, a pesar de haber terminado a 10'28'' del ganador. El hecho de haber tenido que ceder una rueda al francés ha complicado aun más esos últimos kilómetros, porque debían cuidarse de sufrir un pinchazo que provocase todavía más problemas para la dupla. 

"Hemos sufrido un pinchazo y ya no teníamos ruedas, así que en los últimos 80 kilómetros hemos bajado el ritmo para cuidar el coche", ha revelado ella misma. 

Todo ello, después de una etapa de 48 horas todavía más difícil. Ya la habían sacrificado para hacer de 'mochileros' de sus compañeros. Pero el problema llegó el día 6 de enero, cuando  “en una zona de dunas hemos hecho una cortadas hacia abajo y la cremallera de la dirección se ha roto, se ha partido, ha perdido todo el aceite. Nunca antes habíamos tenido ese fallo ni nada, así que están investigando exactamente qué ha pasado para que no pasen los demás coches”. Algo que les dejó especialmente "fastidiados", aunque no les impide continuar en la competición.