El Dakar de Cristina Gutiérrez se desvanece en la etapa de 48 horas: final muy cruel

Gutiérrez ocupaba la 26ª posición de la general en la clasificación provisional de ayer sábado, cuando llegó al campamento estando a 69 minutos del líder de la prueba. Esa situación venía condicionada por las labores de equipo, que hicieron que ayer se detuviera un buen rato en el kilómetro 414 para ayudar a su compañero de equipo Sebastien Loeb. El francés dijo que seguía en carrera "gracias a Cristina y Pablo", en agradecimiento a la española y a su copiloto.

Hoy, sin embargo, la fortuna no la ha acompañado. Gutiérrez ha tomado la salida según lo previsto, pero se ha quedado parada en el kilómetro 729 cuando aún le quedaban algo más de 200 para llegar al final de la especial. Al no poder reemprender la marcha, Cristina se ha tenido que resignarse a subirse a un camión de asistencia para regresar al vivac en Bisha, con lo que eso implica para su continuidad en la prueba.

Los mecánicos de Gutiérrez trabajarán a fondo en su Dacia Sandrider, porque, si el coche lo permite, la intención es que mañana tome la salida. Ya no estará en la pugna por la victoria, pero todavía podrá brindar un apoyo vital sobre la pista a sus compañeros Nasser Al-Attiyah y Sebastien Loeb. El cataría va tercero en la clasificación general a 11 minutos del líder y el francés va sexto a unos 19 minutos.

Ayer, Cristina ya explicó al llegar al campamento que se había centrado en ayudar a sus coequiperos: “La verdad es que ha sido una etapa buena, aunque no hemos ido lo más rápido del mundo, pero digo buena porque al final ha sido un trabajo en equipo. Séb tenía problemas, nos hemos parado y por suerte, tenemos en el equipo a Pablo, que es un Macgyver de la vida, ha reparado. Hemos estado parados en tres ocasiones y siempre detrás de Séb para refugiarle”.

Cristina Gutiérrez debutaba en este Rally Dakar como piloto oficial del equipo Dacia, que este año se ha unido a la competición.