Los abandonos de Verstappen: no es culpa de Honda, sino del 'porpoising'

Lo ha explicado el Dr. Marko, que se ha mostrado tranquilizado por el hecho de que Honda –los motores los llevaron a Sakura para examinarlos– les ha asegurado que todos los propulsores implicados podrán volver a utilizarlos.

"El abandono de Australia se debió a la ruptura de un conducto de alta presión de carburante, el tramo que los lleva hasta el inyector. Simplemente, según Honda, explotó posiblemente a causa del rebote", ha señalado Marko.

Lo de "posiblemente" se debe a que en las simulaciones en el banco especial de pruebas –donde el motor se somete a los vaivenes que sufre en pista– las fuerzas extrañas que producen el fenómeno –'porpoising'– no son sencillas de reproducir".

Sin embargo, aún hay incógnitas por descrifrar. Por ejemplo, ¿por qué le sucede esto a Red Bull? ¿Por qué más a Max Verstappen que a Sergio Pérez? Bueno, la segunda pregunta quizás se pueda contestar. El mexicano cuida mucho más sus neumáticos y esto seguramente implica un pilotaje más suave, lo que puede tener su influencia. Pero la primera queda en el aire, toda vez que el 'porposing' parece más atenuado que en Ferrari o Mercedes, por supuesto.

Para Marko, solucionar el problema es más importante que el déficit de prestaciones con respecto a Ferrari. Si no acabas carreras, el déficit de prestaciones carece de importancia.

"En lo que respecta a los problemas de motor, está claro que cada problema ha sido diferente. El de Australia fue distinto al de Baréin y los dos diferentes de los habidos en los test. ¡Siempre cosas diferentes! Esperemos que se hayan acabado", ha concluido Marko.

La clave está en saber por qué el 'efecto marsopa' causa estos estragos. ¿Frecuencia de las vibraciones? ¿Provoca cavitación, como se dijo en Baréin? ¿Engaña a los sensores de presión? ¿O es por la velocidad tras los coches de seguridad, que incide de forma negativa en la refrigeración?

Eso es lo que deben descubrir los responsables de Red Bull y, mientras tanto, todo me suena a una canción de cuando era crío, cuyo título me hizo gracia, 'La culpa fue del cha cha cha'.