La factura es lo de menos en el accidente de Bottas

Andrew Shovlin sólo habla de daños ingentes. Hay que construir un W12 nuevo. Lo único positivo es que Valtteri salió indemne de un accidente que creó una deceleración de 30G.

La factura será espectacular. ¿Un millón de euros? No, mucho más si tenemos en cuenta los efectos colaterales y estos pueden ser más graves y dañinos de lo que la contabilidad financiera del equipo refleje en sus libros.

De una parte obliga al equipo a abandonar la fabricación de componentes y recambios para próximas carreras para centrarse en la reconstrucción del coche, con lo que pueden quedar cortos de recambios en próximas carreras. Y cabe recordar que Portimao, la próxima semana, y Barcelona vienen empalmadas.

De otra, coloca a Valtteri Bottas en posición de tener que penalizar en algún Gran Premio por sobrepasar el número de elementos de unidad de potencia permitidos. Y eso cuando te juegas el título de constructores con Red Bull es muy grave: es la aportación cero de Imola y la probabilidad de una baja próxima.

Pero, sobre todo, porque ese dinero de la reparación deberá descontarse del desarrollo del coche de 2022, a causa del límite presupuestario.

Puede parecer que un millón de euros –que será mucho menos ya que la unidad de potencia no cuenta, por ejemplo– no sea mucho frente a los 145 millones de euros de techo presupuestario. Pero si tenemos en cuenta que en ese techo está el coste de personal y otros costes fijos del equipo, la cantidad a restar representa un porcentaje importante del presupuesto de I+D.

¿Ese dinero se descontará del desarrollo del coche de 2022? Sería un 'suicidio' recortar el presupuesto del desarrollo del coche completamente nuevo de 2022 –recordemos que cambian las reglas–, que podría tardar dos o tres temporadas en colmarse. Se puede descontar del presupuesto de actualizaciones previsto para este año, lo que es un problema de cara a la clasificación de constructores dado que la batalla con Red Bull se presenta muy cerrada e incierta... y seguro que los de la estrella quieren cerrar la era de las reglas actuales invictos. Es cierto que Mercedes va por delante, pero el Red Bull es más competitivo.

Mi padre decía que "lo que se puede pagar con dinero resulta barato". Quizás Toto Wolff piense algo parecido ahora.