Totem recrea el Alfa Romeo Giulia GTAm de los 70... pero eléctrico

Todos estos coches los tuvimos en España en manos de pilotos como Jorge Babler, José Manuel Lencina, Jaime Sanz de M., José Manuel Uriarte, Emilio Zapico, Javier Juncadella, Rodolfo Zonno y Rafa Barrios entre otros. Es más, algunos de ellos hicieron sus pinitos en el Europeo.

¡No sé cual de los tres coches me gustaba más! Posiblemente el Alfa Romeo GTAm, quizás porque había hecho algún rally con un Alfa GTV2000. Por eso al ver este Totem GT me vinieron al recuerdo aquellos tiempos, los años 70, cuando el Nacional de Turismos alcanzó un nivel espectacular.

Los italianos de Totem Automobili se han apuntado al 'Restomod', restaurar vehículos clásicos, pero dotándolos de elementos modernos. Para algunos, un sacrilegio. Para otros, una forma de poder gozar del estilo de los clásicos sin estar sometidos a restricciones medioambientales… y eso pasa por la electrificación total.

El Totem GT tiene una carrocería inspirada directamente en el Alfa GTAm, en el que para algunos Am era por America y para otros la m era por GTA 'modificato'. En cualquier caso fue la versión más potente del Alfa Romeo Giulia GT, del que derivaron el más deportivo GTV con motor dos litros, el Giulia GTA de competición básicamente en circuito, y el GTAm. Estas dos últimas versiones desarrolladas por Autodelta.

La transformación se efectúa a partir de un chasis monocasco de Giulia GT Junior 1300/1600. Pero el motor 4 cilindros ‘bialbero’ es sustituido por un motor eléctrico de 518 caballos –más del doble de lo que daban los mejores GTAm– y 940 Newton metro de par. Un pack de baterías de 50,4 kilovatios hora permite una autonomía de 320 kilómetros… pero eleva el peso del vehículo notablemente hasta los 1.270 kilos. Una potencia prácticamente idéntica a la del actual Giulia GTA, ligeramente por encima, y un poco inferior a la prevista por el Giulia GTAm (https://soymotor.com/coches/noticias/alfa-romeo-giulia-gta-973262), pero más ligero que ambos.

Sólo un 10% del chasis original se conserva. La carrocería es de fibra de carbono, la suspensión delantera MacPherson, la trasera multilink en aluminio y que se ancla en el mismo subchasis que soporta el motor, que ofrece su potencia al eje trasero exclusivamente.

Las prestaciones anunciadas son espectaculares: 245 kilómetros/hora de velocidad punta. Y una pequeña innovación, un líquido de origen militar permite que las células de las baterías se mantengan a 38 grados para un rendimiento óptimo. El punto de recarga está camuflado bajo la trampilla que daba acceso al depósito de combustible en la versión original.

El interior es de aspecto clásico, vintage, hecho a mano, con abundancia de cuero y elementos en carbono; los asientos están hechos de este material y no falta el arco de seguridad para dar el toque Racing. Incluso con una palanca de cambios que recuerda a la original, aunque su función es solo simulada… pero el tablier es digital, si bien con aspecto clásico. Y el interior es personalizable.

En el exterior, los faros siguen el diseño clásico, pero las luces son led… y se nota la ausencia de paragolpes, como en el GTAm.

Transformación total para los amantes de la nostalgia… con posibles. Sólo se fabricarán 20 ejemplares que comenzarán a ser entregados en 2022 y su precio no está al alcance de muchos: 430.000 euros, se supone que impuestos aparte.