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Geely tiene intención de quedarse con Aston Martin

13/01/2020 11:25

Geely tiene a Aston Martin en su punto de mira. El gigante chino, propietario de Lotus y Volvo, y también accionista mayoritario de Daimler con un 10%, trata de hacerse con la joya británica aprovechando que ésta no pasa por su mejor momento. Huelga recordar que Daimler tiene a su vez el 5% de Aston Martin.

Geely no es el único candidato. El periódico The Financial Times ha dicho que hay conversaciones y que Geely ha puesto en marcha la ‘Due Diligency’, es decir, una auditoría para conocer el estado real de la empresa.

Pese a que sus deportivos se hallan en el apogeo de su popularidad, las cuentas financieras de Aston Martin no siguen el mismo camino. En 2019 bajaron las ventas y el margen de las mismas, mientras que aumentaron los gastos de marketing. Los beneficios fueron la mitad que en 2018, con el consiguiente desplome del precio de las acciones en bolsa.

La situación es complicada. La marca invierte en demasiados frentes: el hypercar Aston Martin Valkyrie, el nuevo Aston Martin Vanquish de motor central, el Aston Martin DBX que supone la incursión en el segmento SUV, el Aston Martin Rapide E y el descapotable V12 Speedster. Este último es un homenaje al Aston Martin DBR1 y está destinado a luchar con el McLaren Elva y el Ferrari Monza SP2. Todos son automóviles de limitadísima edición, destinados al mercado de incondicionales de la marca y coleccionistas.

Los problemas fueron de dominio público cuando a mediados de diciembre se filtró que Lawrence Stroll quería comprar Aston Martin y reconvertir su equipo de Fórmula 1, Racing Point, en el de la compañía. La marca lo negó, aunque al cabo de poco admitió conversaciones con inversores. Aunque se habló de compra, parece que Stroll invertiría unos 250 millones de euros para tener casi el 20% de la sociedad.

La imprescindible apuesta por el SUV DBX, que será comercializado próximamente, ha supuesto un lastre casi inasumible para la firma de Gaydon. Pero este segmento está acaparando ventas en el segmento de lujo, se hace imprescindible para crecer y todas las grandes marcas apuestan por él, entre ellas está Ferrari que ya ha anunciado que lanzará un SUV, el Purosangue, dentro de un par de años. Este proyecto ha requerido asimismo la construcción de una nueva fábrica en Gales.

La situación en lo suficientemente preocupante como para Aston haya cancelado —congelado quizás sea más exacto— el proyecto es su berlina eléctrica Rapide E. Pese a que el segmento de los eléctricos es una apuesta imprescindible de los grandes fabricantes de lujo —Porsche que se apresta a lanzar el Taycan, aunque ha anunciado un retraso sobre el tiempo inicialmente previsto— la inmediatez comercial juega a favor del DBX.

Una de las razones del abandono del Rapide E estriba en que el socio chino del proyecto, el gigante chino Le Eco, se retiró del proyecto; el fundador de Le Eco está ahora detrás de Faraday Future. Sin socio las cosas se pusieron muy complicadas pese a la colaboración con Williams Advanced Engineering, una división del equipo Williams de F1 que éste acaba de vender a EMK Capital para cubrir las necesidades del equipo de F1.

Recordemos que el Rapide E suponía la cancelación del Rapide inicial con motor V12 de 600 caballos. El Rapide E tendría motor eléctrico de 610 caballos, un pack de baterías de 65 kilovatios hora, una autonomía de unos 200 kilómetros y sería capaz de acelerar de 0 a 100 en poco más de 4 segundos.  También se había insinuado el proyecto de dos berlinas eléctricas más pequeñas que se quería desarrollar para la marca Lagonda, pero no hay noticias sobre ellas.

En su situación actual, ante las demandas reales del mercado y las expectativas despertadas por el DBX, Aston habría optado por impulsar la producción de éste antes que continuar con el Rapide E. El DBX debe entrar en producción tras el verano, pero las preventas han comenzado a un ritmo superior al esperado y es básico para la cuenta de resultados de 2020.

Muchos se preguntarán por qué Aston Martin anuncia en este contexto el proyecto de un helicóptero con Airbus, el ACH130, pero el papel de Aston en el proyecto es marginal: el diseño interior y el trabajo de pintura, diseño puro sin inversión tecnológica. También ha anunciado su presencia en el campo de las dos ruedas, con un acuerdo con la marca minoritaria Brough Superior, para dar vida a la AMB001, pero se inscribe en el mismo marco del acuerdo con Airbus. De todas formas, cabe recordar el pequeño automóvil Aston Martin Cygnet, versión de lujo sobre la base del pequeño Toyota IQ, con una terminación de lujo, que fue un fiasco. También ha diseñado ‘garajes’ específicos para clientes.

Ahora habrá que ver cómo afecta todo esto al mundo del deporte: de los GT a los planes de atacar Le Mans con un Hypercar pasando por el DTM. Y claro, el patrocinio de Red Bull.