El Mini mejoró 2,5 segundos por kilómetro gracias a Sainz

Cuando Carlos Sainz cogió por primera vez la montura con la que afrontará las tormentosas dunas de Perú, el coche aún no era todo lo competitivo que podía ser. No habían optimizado su potencial, y los resultados de años anteriores lo corroboraban.

Pero por todos es conocida la capacidad que tiene el bicampeón de rallies para desarrollar coches. No fueron pocos los coches en los que ayudó a su desarrollo y resultaron campeones –véase, por ejemplo, el dominio sin descanso del Volkswagen Polo R WRC durante los cuatro años que compitió en el Mundial de Rallies–.

No obstante, mejorar en varios segundos el rendimiento de un coche no es algo cotidiano, ni mucho menos, y por ello las palabras del mandamás de X-Raid han sido, cuanto menos, de "locura", como el propio Quandt afirma.

"Cuando Carlos coge el coche por primera vez en junio, tras los primeros ajustes en las suspensiones, puede mejorar un segundo por kilómetro la velocidad del coche. Luego, con la mejora en el motor, la mejora llega a los 2,5 segundos por kilómetro, lo que en este tipo de carreras es muchísimo tiempo, es una locura", ha comentado Quandt, en una entrevista con el medio Autopista.

No es la primera vez que Sainz hace algo 'paranormal' a la hora de poner a punto un coche. Su capacidad para detectar algún mínimo fallo en el coche es surrealista. Cuenta la leyenda que una vez detectó una ínfima pérdida de presión en el turbo y los ingenieros no podían verlo en sus ordenadores... hasta que lo metieron en agua y comprobaron que estaba en lo cierto.

Pero no sólo eso, sino que cuando estaba en Peugeot preparando el Dakar –al lado de otras leyendas como Loeb o Peterhansel–, en pleno test avisó a su equipo de que el coche tenía un problema en una válvula. Los ingenieros se echaron a reír y contestaron "todos los pilotos habéis tenido el mismo problema pero sólo tú te has dado cuenta".

Hay pilotos que sacan décimas a un coche y otros sacan segundos. Sainz está en ese especialísimo grupo que consigue ambas cosas, el de los privilegiados con ese toque de varita mágica. Simplemente, 'El Matador'.