El coche de carreras más potente es un... ¡Nissan GT-R!

El coche de carreras más potente del mundo hasta la fecha ha sido el Porsche 917 Turbo de la Can-Am. Fueron los últimos 917 en competición, abolidos porque superaban los 1.200 caballos de potencia y algunos dicen que superaban la barrera de los 1.500 caballos de potencia. Bueno, están los dragster, que logran mucha más potencia… pero sólo hacen carreras de aceleración sobre una distancia inferior a los 400 metros en la actualidad.

Esto es algo que nos ha recordado, sobre todo porque en 1975 –cuando el coche ya no podía competir 'por razones de seguridad'– se hizo una versión especial para batir el récord de velocidad en circuito. Mark Donohue alcanzó los 355,8 kilómetros/hora de promedio en una vuelta al anillo de Talladega. Se dice que el motor se potenció hasta los 1.580 caballos de potencia.

Pero los récords están para batirse y el preparador y piloto sudafricano Franco Scribante reivindica 1.600 caballos de potencia a la rueda para su especialísmo Nissan GT-R, un coche diseñado para disputar carreras en cuesta muy especiales y que muy bien podría atacar el récord de Pikes Peak.

Aunque más que por la potencia, llama su atención por sus alas, ¡las más grandes del mundo! Tanto delante como detrás son dobles y descomunales. Imprescindibles para mantener el coche pegado al suelo. Ya se sabe, la altura del Pikes Peak –la meta a más de 4.000 metros de altura– hace que la densidad del aire sea menor, así que se debe multiplicar la superficie de las alas para mantener las ruedas pegadas al suelo y asegurar que la potencia no las haga patinar, es decir, mantener la tracción.

De momento, debutará dentro de un mes en una carrera en cuesta sudafricana, la Simola HillClimb, en Knysna, pero el piloto estuvo el año pasado en Pikes Peak para inspirarse… aunque posiblemente también pensando en la una participación en Estados Unidos.

¡Y lo de 1.600 caballos de potencia es sólo el principio! El motor tiene un potencial para ofrecer 2.200, es decir, casi un tercio más… pero las pérdidas en la transmisión son enormes, dicen.

El coche se ha fabricado un poco contrarreloj con el apoyo de Dodson Motorsport, que ya tenía perfilado un chasis modificado de GT-R.

Al menos Scribante tiene experiencia en la prueba. En 2016 ganó y logró el récord de la misma sobre un veterano Chevron B26, que utiliza un V8 sobre dos motores de Suzuki Hayabusa para un total de más de 450 caballos de potencia, pero el pasado año el monoplaza Gould GR55 de Andre Bezuidenhout completó el corto trazado en 35''528, un segundo por debajo del crono de Scribante.

De todas formas, pese a su mayor peso, Scribante espera superar el récord porque el año pasado un Nissan GT-R pilotado por Wilhelm Baard, de la categoría Modified Saloon Cars, hizo 39''463.

Por los cronos, verán que la prueba es my corta: sólo 1,9 kilómetros con un desnivel de 153 metros. No sólo eso, sino que además es muy rápida, ya que el récord representa un promedio de 193,2 kilómetros/hora.