¿Peligra la alianza Renault–Nissan–Mitsubishi tras el último acuerdo con Geely?

A comienzos de semana, Geely Automotive desveló en un comunicado el acuerdo de colaboración al que había llegado con el Grupo Renault. Las bases del mismo establecen que la firma francesa venderá bajo su marca vehículos híbridos sobre la plataforma CMA y la tecnología prestada por el grupo Geely.

Este acercamiento puede tener también un germen en la buena relación entre el grupo Daimler –cuyo mayor accionista es Geely– y Renault, relación establecida cuando la marca del rombo comenzó a suministrar las mecánicas 1.3 litros Turbo para ciertas versiones del Mercedes–Benz Clase A y el GLB.

Pero más allá de acercamientos y relaciones de cooperación, el quid de la cuestión es que durante abril del pasado año 2020, Renault anunció que su despedida del mercado chino –con excepción de algunos modelos comerciales y ligeros– era debido principalmente a la bajada en picado de las ventas en ese mercado.

Acto seguido, al mes siguiente, la alianza Renault–Nissan–Mitsubishi mostró su nueva estrategia comercial, que pasaba, principalmente, por repartirse el mundo entre las tres marcas. Renault se centraría en el mercado europeo, Nissan dedicaría sus esfuerzos a China, Estados Unidos y Japón y Mitsubishi haría lo suyo con el resto de zonas del sudeste asiático, así como Australia y Nueva Zelanda.

¿A qué obedece entonces este último movimiento? Cierto es que las sinergias entre las tres marcas no han sido demasiado notorias, tanto en plataforma de vehículos como en tecnologías, ya que los sistemas híbridos de las mismas apenas se han compartido entre ellas: los franceses han desarrollado la tecnología E-Tech, mientras que Nissan hace lo propio con su e–Power, mientras que Mitsubishi saca partido de su mecánica híbrida enchufable del Outlander PHEV.

Y es que, por su parte, Geely echa el resto en temas de electrificación. A finales de 2020, Daimler y Geely anunciaron una cooperación para el desarrollo de mecánicas híbridas con el objetivo de abaratar el coste de las mismas. Asimismo, el gigante chino ya ha comunicado que va a crear una plataforma para eléctricos multimodular, que servirá para vehículos de cualquier segmento y tamaño.

En conclusión, tal vez sea únicamente una estrategia de marketing de la firma francesa para volver a recuperar credenciales en el país asiático. No obstante, el movimiento choca con lo anunciado por la alianza hace poco más de 12 meses. Mientras tanto, Geely se afianza cada vez más como una potencia a tener en cuenta y, aunque se pueda pensar que todos estos movimientos quedan lejos al público europeo, lo cierto es que el gigante asiático cada vez aumenta más los contactos con el viejo continente. Sin ir más lejos, y aparte de ser el mayor accionista de Daimler –propietaria de Mercedes–Benz–, posee también a Volvo y a Lotus y en los últimos meses también anunció la llegada de su marca más representativa: Lynk & Co.