Vettel y Ferrari: razones para seguir creyendo

Cruzan los dedos por repetir aquello, porque Vettel acabe superando a Lewis Hamilton a final de temporada pese a los 28 puntos de desventaja actuales. Y desde luego invocan a su propio relato para cargarse de razones que mantengan la moral y la confianza en óptimo estado.

Los 'ferraristas' se las prometían muy felices este año. Durante buena parte de la temporada su piloto, Sebastian Vettel, ha estado al frente de la clasificación del Mundial. Pero los tres últimos Grandes Premios han resultado 'nefastos' para los intereses rojos: entre Spa, Monza y Singapur Vettel ha cedido nada menos que 44 puntos a su máximo rival, Lewis Hamilton, y de paso el liderato del campeonato.

De los 14 puntos de ventaja tras el GP de Hungría a los 28 de hándicap tras la carrera de Singapur media un abismo. Es cierto, la fosa no la ha cavado un descenso en la competitividad del Ferrari –aunque lo ha habido– ni se debe totalmente al piloto; la parte de león de esos 44 puntos perdidos son los 25 cedidos en la salida del GP de Singapur en ese toque múltiple entre Sebastian, Vettel y Kimi y en el que el alemán, según todos los indicios, fue el desencadenante del mismo.

El de Ferrari sabe que se juega mucho en Malasia este fin de semana, un circuito que parece favorable a los de Mercedes… pero lo cierto es que nunca han tenido mucha suerte aquí. Hamilton y Mercedes sólo tiene una victoria aquí, en 2014. Vettel, por el contrario, tiene 4 triunfos aquí, uno de ellos con Ferrari. Y los rojos han ganado 7 veces en el 'hostil' –por el calor, la humedad y la gran fuerza centrífuga que se engendra en algunos de sus virajes– lo que deja abiertas todas las expectativas.

Vettel lleva una 'pequeña' ventaja sobre Hamilton. Él sabe ya que lo que remontar 30 puntos en el tercio final del campeonato. Lo ha hecho en dos ocasiones, en 2010, cuando su primer título, y en 2012, con ocasión de su tercera corona mundial.

En 2010 no sólo recuperó 31 puntos precisamente a Lewis Hamilton en el último tercio del campeonato sino que además tuvo que superar también a Mark Webber, Fernando Alonso, Jenson Button. Fue un año loco, tras Spa –que marcaba el 70% del campeonato– Alonso era el peor clasificado de los 5 aspirantes y llegó a la prueba final, Abu Dabi, líder con una cierta ventaja, con Button ya fuera de juego y Hamilton con escasas posibilidades. Vettel necesitaba un milagro en Abu Dabi y lo hubo: Webber pinchó en los inicios de carrera y en Ferrari erraron pensando que Red Bull iba a jugar una táctica extraña y habían lanzado a Vettel como señuelo-trampa, de forma que hicieron que Alonso entrara asimismo a cambiar ruedas, marcando a Webber –que era lo que Fernando había pedido– y Vettel se hizo con su primera corona.

En 2012, la pelea fue asimismo 'multitudinaria'. Tras el GP de Singapur –que marcaba el 70% de la temporada–, Alonso era líder con 194 puntos pro 165 de Vettel, 149 de Kimi y 142 de Hamilton; un GP antes Vettel estaba por detrás de estos dos últimos. Los  29 puntos de desventaja fueron compensados prácticamente en su totalidad con el abandono de Fernando en Corea, combinado con la victoria del germano.

Se comprende que los 'ferraristas' se debatan entre agarrarse a la experiencia de Vettel en estas situaciones y el desanimo que causa el recuerdo de los dos títulos perdidos por Fernando. En todo caso saben que, con el sistema de puntuación actual, un abandono lo camba todo. Son 25 puntos que pueden recuperarse –o perderse– de tacada.

Es cierto, Hamilton también sabe lo que es recuperar más de 20 puntos en las últimas carreras. En 2014 recuperó 22 en el último tercio del campeonato… pero tenía un truco: su único rival era a la vez su compañero de equipo, Nico Rosberg. La situación, en el fondo, era más sencilla. Por el contrario, Lewis también sabe lo que es 'perder' pese a entrar en el último tercio de campeonato con cierta ventaja. En 2007 inició esa parte final del campeonato con 16 puntos de ventaja sobre Kimi; Fernando Alonso estaba a sólo 5 puntos de Lewis y Massa tenía incluso un punto más que Kimi. Fue un año de duelo interno entre los dos pilotos de McLaren, lo que a la postre, gracias en parte a errores de bulto del todavía poco experto en F1 Lewis Hamilton, lo que llevó a Kimi Räikkönen a dar la última corona de pilotos a Ferrari. Y está, claro, 2010.

Es cierto. En los últimos veinte años sólo en 7 ocasiones quien ha iniciado la recta final del campeonato, el último tercio, por detrás, ha conseguido invertir la situación. Pero los 'tifosi' están seguros –quieren estarlo, se convencen de ello– que esta será la octava.