El pinchazo del mundo de las criptomonedas, un problema para la F1

FTX está en bancarrota y no ha hecho honor a los últimos pagos a Mercedes. Pero, sobre todo, la está investigando la autoridad bancaria y monetaria estadounidense por un agujero de más de 7.740.800, prácticamente la misma cifra en euros.

"Como primer paso, hemos suspendido nuestro acuerdo de asociación con FTX. Eso significa que los logos de la compañía no aparecerán en nuestro coche ni en otros activos de la marca a partir de este fin de semana. Seguimos monitorizando de cerca la situación para actuar según su evolución", ha señalado un portavoz de Mercedes. El equipo, a priori, pensaba ayer en seguir mostrando los logos.

La Fórmula 1 ha visto cómo las criptomonedas o negocios ligados a ellas 'desembarcaban' con fuerza en la categoría este año y a la par, apostaban por diversas acciones virtuales vendiendo 'activos no físicos', los NFT.

No es el único equipo con problemas, aunque quizás es el que más fácil tiene el vadear la situación. Ocho de los diez equipos de la categoría tienen contratos con empresas del sector cripto, un sector que se ha desplomado a modo de burbuja pinchada, que también afecta a otros deportes, como el fútbol.

En el caso de FTX, la NBA –debían dar nombre al pabellón de los Miami Heats–, el béisbol. Cabe recordar que además patrocinó diversas acciones en el Gran Premio de Miami.

Velas está con Ferrari; AlphaTauri cuenta con Fantom; Crypto.com apoya a Aston Martin, que además patrocinó el GP de Miami; Alfa Romeo muestra los logos de Floki; Alpine confía en Binance; Tezos está con McLaren y Red Bull tiene a Bybit.

Con estas operaciones, la criptomonedas y las plataformas que trabajan con ellas esperaban captar a los aficionados.

Todo comenzó cuando un rival, Binance, patrocinador de Alpine, expresó sus dudas sobre la solvencia de FTX y retiró una inversión de 480 millones de euros para un rescate eventual. La liquidez de FTX quedó tocada con peligro de hundimiento.

Bitcoin, que se considera la referencia del sector, se cotiza a sólo 16.000 euros, menos de la mitad de lo que llegó a cotizarse hace unos meses.

La depreciación de las inversiones en FTX ha sido brutal. Una inversión de diez euros hace unos meses se habría convertido en sólo 30 céntimos en la actualidad, pero de momento ni estos serían recuperables. Fanton habría perdido más del 90% de su valor en un año. Tezos, entre un 80 y un 85% y, según @FormulaNetflix, es quien sale mejor parado. Binance ha perdido menos, algo más del 75%, pero sólo lleva ocho meses en el mercado.

El problema para los equipos puede ser doble. De una parte, las cantidades adeudadas y de otra, si el pago se hacía en tokens, pueden encontrarse con que al convertir esos tokens en moneda –dólares, euros o libras– tengan muchísimo menos de lo que esperan y sus balances reales presentan ahora números rojos.

Desde hace meses muchos analistas venían alertando de que las criptomonedas habían generado expectativas muy sobrevaloradas y advertían de la posibilidad de un aterrizaje duro.

Ahora se teme que la crisis provocada sea del alcance de la caída de Lehman Brothers, que afectó a toda la economía mundial. Lehman Brothers era accionista de la FOCA en esos momentos –aproximadamente tenía una participación del 14%–, que pudo vender con pingües beneficios en el momento en que Liberty Media se hizo con la Fórmula 1.

En el mundo de la F1 quizás lo que más se le parezca fue la crisis provocada por Moneytron, una empresa financiera ligada al peculiar Jean-Pierre Van Rossem, que se reveló con una estafa piramidal y le condenaron a cinco años de cárcel.

Van Rossem era copropietario del equipo Onyx y quiso llegar a un acuerdo con Porsche, que la marca alemana no aceptó. Descontento, Van Rossem llevó su Porsche 911 hasta la plaza del pueblo donde vivía y le prendió fuego.